Hubiera sido más literario haber tomado prestado el título de Neruda, "Navegaciones y regresos", pero no habría sido fiel a la realidad que aquí se cuenta. Corría el año 1948 y estamos en plena fiebre de la emigración en Caliao. Era la seducción de América, una fábrica de sueños para buscar un futuro mejor.
Es el puerto de El Musel, en Gijón y se embarca Emilio Piñera, uno de los hijos de Tía Mesilda.Ya no soy capaz de identificarlos a todos. De las de arriba, de izquierda a derecha, la primera es Jesusa la de Juan Ramón de Oliva,"la nena" (hija de doña Concha, la "sastra", en Gijón, con quien aprendió el oficio Lucinda Díaz), la tercera Maruja Piñera, a continuación Estrella la de Petronila, (me apunta Francisco Poli) , sigue Benigna Aladro (la de tiu Maximino el de Lalo) y Mercedes la de Juaquina.
Agachados Emiliio Piñera y Benito Flores Poli Miguel, el de Mariquina y Francisquín, quien también acabaría tomando la misma singladura, recalando ambos en ese Buenos Aires querido y lejano.
Fuente : Marisa Poli Díaz
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