Silenciosamente blanca cae la nieve. Se presenta la realidad como tras unos visillos de añoranza y todo adquiere otra dimensión. Es inevitable acabar mirando hacia adentro, recordando gente que está en la distancia, bien en el espacio, bien en el tiempo, acaso en ambos parámetros.Todo lo que ven nuestros ojos se vuelve austero y monacal.
La niebla matriarcal extiende su manto protector Y Caliao "métese'n casa".Todas las cocinas tienen los fuegos encendidos y en torno a ellos, la gente charla y , de vez en cuando, se asoma a la ventana. Nieva poco, no hay problema. En la partew baja de la imagen, la fuente L'Acéu.
El Oteru, desde el Fontán de Poli. La imagen, como de ensueño.
La Carrera, donde transcurren mis recuerdos en "cae los mios güelos Taresa y Manuel de Lalo".
Fuente: Francisco Poli Miguel, "Fran"
Fuente: Francisco Poli Miguel, "Fran"
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