Decir que el Valle de Ricao no me resulta ni extraño ni indiferente, es no decir nada. Para mí está asociado a la vida, a mi vida. Creo que a la vida de todos, pero para algunos seguro que cobra más sentido porque muchos momentos los hemos vivido en él. Podría decir que pesqué truchas a mano en el riu de Ricao, en la riega de La Gatera, en la riega L'Acéu, que en esas aguas luché con alguna anguila que no logré pescar, que vi alguna nutria, que recorrí esos caminos yendo y viniendo a Riellames, a Rielartu, a Pedrán,a Riaseguru...que bebí en sus fuentes, que trabajé en sus prados, que conviví con mucha gente que hoy ya nos ha dejado, pero no del todo porque siguen habitando en mi cabeza y en la de quienes los han conocido y disfrutado de su compañía.
La ermita de Ricao durante la misa, en la fiesta de 2014. |
En este contexto se sitúa La Ermita de Ricao: Asociada a la fiesta de su nombre y a mi deambular por el valle. Siempre allí, formando parte del paisaje y mucho más, dado que para mí siempre fue algo entrañable, propio, acogedor. Como tantos otros, yo también me refugié en su regazo para buscar techo en alguna tormenta. Y como en casa de mio güela Aurelia nos criaron con el marchamo de que La Virgen de Ricao era algo milagroso, indiscutible por otra parte, pues eso, que no la siento como una ermita más. Al contrario, como creo que gran parte de lo que uno es está en la crianza, para mí tuvo y tiene un significado profundo que supera en mucho el hecho religioso.
Un momento de la misa. Oficia D. Roberto |
Lo que más me gustó desde siempre de esta ermita fue su austeridad monacal. La conocí sin nada. Sólo la imagen de La Virgen en su hornacina encalada, con las iniciales del Ave María, A V, que aún perduran en azul.
Un lugar en el corazón de los de Caliao |
De los añadidos que fueron sucediendo, el más importante, fue la reparación del tejado, que como suele suceder con lo que está cargado de años, se empeñó en venirse abajo... y hubo una fiesta en la que desde dentro de la ermita , al levantar la vista se podía contemplar el mismo azul que de noche acoge a las estrellas.
Se hizo el arreglo en sextaferia, como se suele hacer en Caliao con lo que se pretende que tenga la idea de continuar.
Imagen de la Virgen de Ricao en su ermita.
Fuente: Francisco Poli, "Fran"
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