Viendo el trabajo en la fragua me los estaba imaginando. La tierra que nos proporciona el metal, el hierro, aire que aviva el fuego para moldear, dar vida a ese metal, y el agua para templarlo, endurecerlo.
El temple, esa operación que define el trabajo de los expertos.Ponerlo al rojo, esperar que cambie de color (ese rojo de perdiz que yo nunca veo).
Y sumergirlo en el agua
El afilado en la piedra, todo un arte.
Y por último el trabajo terminado, herido por el sol entre las hojas del boj.
Ahora M Calvín está añadiendo nuevos modelos de navajas a los ya tradionales suyos; a esos que le identifican desde el primer vistazo. Son navajas de puntas de asta de ciervo con incrustaciones de boj que les aportan mayor solidez.
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