UN VÍDEO DE CALEAO

30 de noviembre de 2014

Es obra de mi amigo Fernando Torre Alonso, "Ferchi". Le comento que lo encontré por casualidad y me dice que ya tiene unos años. No me importa. Algunas cosas, muy pocas, son capaces de escabullirse de los designios del tiempo; aunque decir esto bien sé que es utilizar fuegos de artificio, es disecar momentos. Los goznes del tiempo son los únicos que no sufren desgaste en su fluir inexorable, pero van embadurnando de vejez a todo lo que encuentran a su paso.



OTRAS NAVAJAS DE MANUEL CALVÍN

29 de noviembre de 2014

Siempre oí aquello de que "un hombre sin navaya no es nada". Siempre me hizo gracia la expresión, oída siempre en ambientes rurales. Ahora ya sé que cada tipo de navaja tiene un usuario. Al menos uno.
 Por supuesto que en la actualidad, aquel uso práctico de la navaja, aquella finalidad multifuncional de la navaja que lo mismo se usaba para comer que para cortar un palo, va quedando menguada en la misma medida en que retrocede la vida campesina. El guión exigia una navaja de argolla fuerte, sin concesiones ni a la galería ni al adorno.Dicho esto, debemos pensar que en la actualidad el uso de la navaja es otro y en mi caso no es menor tenerla en la mano, contemplarla y disfrutar de su belleza, por más que soy de los de la navaja de uso diario, exigiéndole en este caso un buen filo. Como se puede coligir, soy un apasionado de la navaja artesana y más que nada de la navaja de Taramundi. Son artesanos de mi tierra y llevo tantos años disfrutando de su amistad, aprendiendo con ellos, compartiendo momentos con ellos, que en lo personal, hablar de la navaja de Taramundi, es sumergirme en un mundo de recuerdos y de personas, muchas de las cuales ya han fallecido.
Hoy quiero presentar aquí las últimas creaciones de Manuel Calvín, uno de ellos, hijo y nieto de artesano de la navaja, portador de una tradición heredada y capaz de innovar constantemente, hasta el punto que ha sabido construir un universo propio, como sucede con todos los creadores, desarrollen su trabajo en el ámbito que sea.

 Dos bellas imágenes de navajas de mango de punta de asta de ciervo. Tienen la cota de madera en muchos casos y un atractivo innegable.


 Otros modelos combinando dos maderas o bien de una sola, con las tradicionales boj y tejo. Se les aprecia más perfilada la culata.



Manuel Calvín García

OTRAS NAVAJAS DE PEDRO BERMÚDEZ

24 de noviembre de 2014

Hablar de las navajas de Pedro Bermúdez es hacerlo de un  acabado sumamente cuidado. Modelos tiene muchísimos. Los que aquí se presentan, en ningún modo se plantean exponerlos todos; más bien suponen un acercamiento a un artesano que bien podría ser un exponente del trabajo que realizan los artesanos de Taramundi. Todos tienen su sello personal en el trabajo, de la misma manera que todos comparten una forma de hacer, una pasión por la navaja que sin renunciar a la manera de trabajar, heredada de sus antepasados, han tenido el coraje de experimentar con otros materiales, atreverse con otras formas y compartirlas en las redes sociales.Eso es tanto como decir que han sacado  a la navaja de Taramundi de las ferias tradicionales para ponerla en el mundo. Por otra parte la propia navaja ha pasado de la sencillez de ser casi una herramienta de trabajo, un objeto primordialmente funcional para ser muchísimo más. Antaño se circunscribía al campo, se hizo famosa por tener muy buen corte y ser fácil de afilar. Sólo se le pedía que fuera sencilla, robusta y ante todo útil para el trabajo diario. Ahora ademáss de encontrar modelos que siguen teniendo todo eso, con sus nuevos acabados, otros aceros, se está convirtiendo en un objeto de culto en muchos casos.

Pedro en el torno, a vueltas con un mango.

 Una navaja con forman nuevas, tanto en la hoja como en el mango, siguiendo una rotación en espiral.

 Una variación de la navaja clásica, con la argolla decorada y un mango novedoso en asta.

 Ejemplos de navajas de injertar.

El último intento de Pedro es atreverse con un modelo clásico de navaja de muelles. Es un tipo de navaja muy conocido en España.Lo he visto con el sello de Salvadores, hace muchos años e incluso lo he visto similar en otras marcas. En Taramundi es toda una novedad.

FORJANDO PAISAJES: AMANCIO CALVÍN

21 de noviembre de 2014

Conocí a Amancio Calvín hace muchos años. Era un hombre afable que estaba aún en activo y trabajaba en el taller actual en Vilanova. Hacía aquellas navajas de tenedor, con el tenedore forjado que ajustaban tan bien y me gustaban tanto. Me hizo algunas que guardo como quien guarda un tesoro. Luego vino aquella enfermedad de las articulaciones que acabó con su vida.
Le admiraba mucho y me encontraba a gusto en su presencia, siempre tan pegado a ese paisaje que lo rodeaba como si formara parte del mismo. Ahora sé que ese paisaje no era en absoluto ajeno a él y a otros personajes anónimos que afuerza de trabajo y sin grandes pretensiones lo fueron forjando a su medida, casi diría que a su imagen y semejanza; dia tras día, trabajando y trabajando y entendiendo la realidad circundante como un todo. Probablemente era necesariohacerlo así para sobrevivir: unas vacas, unas gallinas, unos conejos, la huerta, la fragua...
Como un todo la casa, la familia, los vecinos, compartiendo con ellos aquella solidaridad de ida y vuelta, de ayuda mutua,  tan necesaria para sobrevivir. Claro que en toda esta historia no es ajena Pura García, que aún mantiene ese concepto maravilloso de la vida y del mundo: "Y todo el mundo vivía"- me comentaba la semana pasada-, mientras recordaba aquellos tiempos.


Esta es una de esas fotos que supieron resistir muy bien el paso del tiempo y que certifican bien a las claras, lo dicho en las líneas anteriores.Son unos niños, y al igual que los de su generación, están apegados al trabajo.Llevan un carro de hierba o de paja. Amancio Calvín es el de la derecha, con la guadaña en el hombro. Es como poner una imagen a los versos de M. Hernández, en su poema de "El niño yuntero".


 Amancio Calvín en su viejo taller de Mousende, metido de lleno en el mundo de la fabricación de navajas y cuchillos, si se puede emplear ese verbo para un trabajo eminentemente artesano y que reciclaba los aceros ya usados de aquí y de allá.


Trabajando en el torno, en la elaboración de los mangos. Por aquel entonces, el boj era la madera de uso exclusivo.


Finalmente, con la satisfacción reflejada en la cara, acompañado de su hijo Manuel que ya hacía sus pinitos en  un mundo que a día de hoy sigue siendo el suyo y del que es un reputado y respetado maestro. A esto se le llama aprender desde la cuna y sé que en su caso no es una frase hecha. Manuel Calvín es la tercera generación de una saga de artesanos de la cuchillería de Taramundi. No es por tanto extraño que conozca todos los entrtesijos de un oficio cuya mayor virtud es suplir con imaginación la falta de medios para llegar con más mérito donde otros y poder competir y aún superar sus resultados.

NAVAJAS DE MANUEL CALVÍN

20 de noviembre de 2014

Cada vez que me encuentro con Manuel Calvín me pasa lo mismo, quedo sorprendido por el alcance de sus últimas ideas que me parecen deslumbrantes, bien sea en la investigación de modelos y/o materiales en el tema de las navajas propiamente , o bien en las  ideas para mejorar su trabajo. Es verdad que las dos cosas acaban inexorablemente unidas, pero ver a un hombre solo tocar tantos palos, me fascina, como también lo hace la enorme paciencia que muestra conmigo, como si no tuviera prisa...Y yo que me precio de conocerlo, sé que lo hace a costa de encerrarse en su taller y procurar sacar de un golpe el trabajo que yo le retrasé. Vamos, lo que en la Cuenca del Nalón , donde yo vivo llamamos "dase una xatada" o simplemente "una xatá". Y lo mejor de todo es que lo hace con su eterna sonrisa en la boca.Ya puede perdonarme. 
A lo que vamos, aquí quedan unas muestras de esto que digo.

 Navajas tradicionales de mango de boj tallado y fundas de cuero.


 Mangos de maderas ensambladas. Creo que boj y tejo. Si me equivoco, que me corrija el autor o cualquier otro entendido.


 Mangos con otras maderas y otras terminaciones más elaboradas.


 Ejemplar de cuchillo que tiene su propia historia. Su acero es de las vías del tren, estirado en un mazo o martinete, como le llaman por aquí. El resto del trabajo de forja y temple, en la fragua de Vilanova. El día menos pensado ya echa a andar M. Calvín un martinete en lo suyo. Es lo que le falta para dar vida a las ideas que le bullen por la cabeza. Su madre, Pura García, me decía que ya había habido uno en los alrededores.


Manuel Calvín García

NAVAJAS DE PEDRO BERMÚDEZ

Hablar de las creaciones de un artesano es sumergirse en un mundo que no pretende ni agotar ni costreñir cuatro líneas mal ligadas como las que aquí se juntan. A todo lo mas que aspiran es a hacer verdad del espíritu que anida en el  viejo refrán castellano cuando dice: "Para muestra vale un botón".Todo lo demás ya lo puede buscar la persona interesada en otros foros.



Pedro Bermúdez en labores de forja en su fragua de Bres. Las imágenes que adjuntamos son solo una muestra de su trabajo y de los materiales que utiliza.
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 Dos muestras de navajas de piezas.



 De mango de madera de boj.

 De tenedor, muy parecida al modelo del fallecido Amancio Calvín.



Pedro Bermúdez Cotarelo

PEDRO BERMÚDEZ

19 de noviembre de 2014

Como sabe todo el mundo que se mueve por los círculos de la navaja artesana, Pedro Bermúdez Cotarelo es un afamado artesano. Hijo de  Pedro Bermúdez, un "navayeru" de Bres, bien podemos decir de él que por sus genes también circula el ADN de la navaja de Taramundi. Es perfeccionista y metódico en su trabajo, indispensable para conocer la filiación de una navaja de su tierra, su autoría. El otro día, hablando con él, creo que pasó todas las reválidas cuando me enseñó las imágenes de una navaja barbera de creación propia. Una absoluta belleza.
Me gusta todo lo que hace, pero como una imagen dicen que vale más que mil palabras, que el lector juzgue por sí mismo:


Es una navaja con incrustaciones en el mango de asta de cebú, argolla decorada y damasquinado en la hoja.
En esta otra imagen lo vemos en su taller de Bres,  a vueltas con el temple del acero.

Conocedor de su oficio y del trabajo que realizan los artesanos de otros lugares, es imposible disfrutar de su compañía sin que aparezca su empeño de ilustrar al visitante, su fondo pedagógico. No obstante, su carácter curioso le mantiene siempre alerta, ávido de aprender cosas, por más que uno piense que en esto del oficio seguramente serán pocos los que le puedan enseñar algo.Bajo estas líneas una navaja de punta recta en acero al carbono y asta de cebú, cuya hoja forjó y templó ante mis ojos.

Imagen de la magnífica navaja de afeitar que salió de sus manos, en madera de boj y decoración tradicional.

http://caleaoredes.blogspot.com/2014/11/navajas-de-pedro-bermudez.html?m=1

MANUEL CALVÍN (II)

18 de noviembre de 2014

Los sabios de la antigüedad buscaban comprender el Universo, tomando como base los cuatro elementos de la Naturaleza: Agua , tierra, fuego y aire. 
Viendo el trabajo en la fragua me los estaba imaginando. La tierra que nos proporciona el metal, el hierro, aire que aviva el fuego para moldear, dar vida a ese metal, y el agua para templarlo, endurecerlo.

El temple, esa operación que define el trabajo de los expertos.Ponerlo al rojo, esperar que cambie de color (ese rojo de perdiz que yo nunca veo).


 Y sumergirlo en el agua

 El afilado en la piedra, todo un arte.

 Y por último el trabajo terminado, herido por el sol entre las hojas del boj.

Ahora M Calvín está añadiendo nuevos modelos de navajas a los ya tradionales suyos; a esos que le identifican desde el primer vistazo. Son navajas de puntas de asta de ciervo con incrustaciones de boj que les aportan mayor solidez.

MANUEL CALVÍN

Una de las palabras que más me gustan del asturiano es la de "ferreru" (en la zona centro), porque  responde muy bien a las variantes lingüísticas asturianas: En la zona oriental "herreru" (con h aspirada, que se pronuncia como j ) y "ferreiru" en el occidente del Principado, es decir, en la zona de las "ferrerías", esos ingenios hidráulicos con un mazo para estirar el hierro.
Esta seducción por las fraguas, me llevó hasta Taramundi hace muchos años y allí entré en contacto con el mundo de la navaja hecha a mano y lo que es más importante, con los artesanos. Trabé amistad con muchos y por tanto se puebla mi memoria de recuerdos y cómo no, de navajas. Como suele pasar, el ciclo de la vida también actuó con ellos sin concesiones y muchos se han muerto aunque no del todo.Es indiscutible que ya no pueden hacer aquellas navajas que me cautivaron, pero sus recuerdos permanecen tan vivos ahora como entonces. Otros siguen al pie del cañón, desarrollando su trabajo con dignidad y con esmero. Uno de ellos es Manuel Calvín, el tercero de una saga de artesanos del temple.Supongo que cuando me ve se echa a temblar porque sabe que el rendimiento de esa mañana se fue al garete. Yo en cambio disfruto enormemente viéndole trabajar.
A M. Calvín le gustan los retos, aquellas creaciones que necesiten de ese talento natural capaz de crear algo nuevo. En eso se diferencia del trabajo de un artesano al uso que procura no hacer demasiadas en sus obras por el tiemplo que se emplea en ello. Esta vez, la disculpa fue un rasero. Todo lo demás parecía una cosa mágica.


Todo comenzó con una varilla de hierro que se calentó en la fragua.

 Lo demás ya fue contemplar el rojo cereza del que hablan los entendidos, martillo y yunque.

Y ver transformarse aquello como si fuera plastilina, sin más papeles por donde mirar que los que Manuel tenía en la cabeza, mientras charlábamos de todo un poco.


 Y entre la música metálica del yunque y el embrujo del fuego, fue tomando la forma de lo que quería ser.Era como si el hierro pidiera que se le diera esa forma.



POR TARAMUNDI

17 de noviembre de 2014

El viernes 14 de noviembre, decidimos ir a Taramundi a visitar a los amigos,  a los artesanos de la navaja. Sucede que antes procurábamos verlos a todos a costa de sacrificar una conversación distendida y ahoranos paramos lo que el momento quiera dar de sí. Estuvimos en Vilanova con Manuel Calvín, un grandísimo artesano y una mente que se sale de lo común por su capacidad de inventar, de reutilizar máquinas y darles un nuevo uso, un aprovechamiento distinto enraizado en el trabajo tradicional sin restarle ni un ápice de autenticidad.


Claro que hablar de la cuchillería de Manuel Calvín también es hacerlo de su madre, Pura García. Es ésta una mujer de ojos menudos y vivaces, que habla del oficio con más propiedad que cualquier erudito porque su vida no fue ajena a las de las navajas tanto en vida de su marido Amancio Calvín, como en la de su suegro y ahora en la de su hijo.Es cierto que sus movimientos acusan el paso de los años, no así su mente que permanece ágil como en sus mejores tiempos. Practica desde siempre una hospitalidad antigua y proverbial, que no sufre merma alguna, abriendo su casa siempre a todo el que acierta a pasar por allí; lo que dice mucho a su favor, como también lo hace de la tierra en la que vive.
_ "Vení a tomar una café conmigo, antes que otra cosa sea"-nos dice.
Luego se acerca y habla con tanta sabiduría, con tanta verdad, del mundo, del oficio de las navajas, del futuro, que uno tiene la sensación de aprender más en media hora con ella, que viendo cien telediarios. No rehuye ningún tema y se siente segura en todos. Lo mismo de la cría de la vaca en el pasado y en el presente, de la huerta, de los árboles, de las gallinas o de la cría de las perdices en cautividad.Y qué decir de la navaja. Aquí podría escribir un tratado. Toda la vida lijando, apoyando y dando esas vueltas en la sombra, necesarias e imprescindibles para que todo funcione. Ahora, exponiendo con sabiduría sus ideas, para que tan noble oficio sea capaz de coexistir con éxito en un mundo cada vez más global y complejo.
En la imagen con su hijo Manuel, admirando en sus manos un rasero, que un rato antes era una varilla de hierro y que a golpes de fuego y martillo, ha sabido darle vida

UNA NOCHE EN BUENOS AIRES

15 de noviembre de 2014

Remedando al maestro de Aracataca (G.García Márquez) en su inolvidable "Cien años de soledad", bien podríamos escribir y hacerlo con fundamento:
"Muchos años después, delante del teatro Colón de Buenos Aires, Ani Fdez. Ruiz habría de recordar el día en que su abuela Manolina Vega de Caliao asistió a su inauguración..."


 Bueno, dejando a un lado los escarceos en la Literatura, que sea Ani, con sus propias palabras, quien nos lo cuente:
  "Luego te mando una secuencia de fotos que podríamos titular "Una noche en Buenos Aires". Fuimos al teatro Opera de la Avenida Corrientes (la avenida de los teatros) a escuchar a Horacio Lavandera tocar el piano junto a la Camerata Bariloche. En realidad queríamos que los chicos escucharan otro tipo de música diferente a la que escuchan todos los días en la radio. Llegamos a la Av 9 de Julio y Corrientes, donde está el teatro Colon. Te mando la 239 y 244 son del Teatro Colon de noche, iluminado. Y al verlo me acuerdo de mi abuela Manolina, que en su primera estadía en Buenos Aires, la señora para la que trabajaba la invitó a la inauguración del mismo. De Caleao al Colón!!!"

Teatro Colón, de noche
Teatro Ópera, donde mi amiga Ani asistió a un concierto con su familia.
 Los tres hijos de Ani y Alejandro, con el obelisco al fondo, sobre la Av. 9 de Julio.


La familia en el hall del teatro Ópera de Buenos Aires. Espero que Ani no me dé una "somanta palos"por colgar estas fotos sin decirle nada, pero me pareció una cosa tan "guapa", que no pude resistir la tentación.



Fuente:Ana María Fdez. Ruiz, Ani

LUGARES DEL ALMA

13 de noviembre de 2014

Dentro de la geografía sentimental de cada uno, hay lugares cargados de significado. A mí me pasa con algunos que ya van a estar atados para siempre con lo vivido allí, con lo sentido en un momento dado, o en el itinerario de la trayectoria de mi vida, con las personas con las que he estado y compartido un momento pleno. Me pasa también con algunos árboles, que por diversas razones han dejado de ser "unos" para ser "esos",  para tener sentido y entidad propia, al igual que me pasa con algunas fuentes de mi tierra asociadas a recuerdos de la infancia...
En este orden de cosas, entra mi idilio imperecedero con Salamanca, entendida como un todo, pues de esta tierra ya me vale todo: la ciudad y el campo charro, la dehesa, la Peña de Francia, las encinas, el Tormes, sus pueblos, sus gentes...

En esta imagen, aprovechando el programa Ieronimus, viendo y viviendo desde los tejados las dos catedrales, henchido de emoción. A la derecha, la Torre del Gallo (S.XII) de la Catedral Vieja, uno de los emblemas de Salamanca, llamada así por el gallo de hierro de la veleta que la corona. Es un cimborrio bellísimo con cubierta de escamas. La imagen es de 2010 y es la vez que tuve la suerte de estar mas cerca. A la izquierda la catedral Nueva, una edificación ya con otro estilo, el gótico, también muy bella. Son dos edificios contiguos que guardo celosamente entre mis recuerdos más preciados y que recomiendo visitar sin prisa a quien pueda hacerlo, con la seguridad de que no le van a defraudar.

El rosetón de la catedral de León.Una de las joyas del arte gótico en España. Es la catedral de las vidrieras por excelencia. Hace falta estar allí para que te inunde esa quietud tamizada por la luz de los maestros vidrieros de la Edad Media. Sin tener tanta relación como con la de Salamanca, sigue siendo uno de esos lugares que ganan cada vez que los visito.

Detrás del románico en León con unos amigos maestros. De izquierda a derecha, yo mismo, Yolanda Colmenar, Marcelino Begega y Fernando Saldaña. 
No recuerdo el sitio exacto, si bien creo que es en San Isidoro. Nadie en su sano juicio podrá olvidar nunca el Panteón de los Reyes después de haberlo visto, ni la catequesis en  piedra del tímpano de la Puerta del Cordero, a la entrada. Seguramente, el conjunto románico más importante y completo que tuve la dicha de conocer.

VARIACIONES EN UNA TENOBIA

8 de noviembre de 2014

Hay lugares que se convierten en sitios de encuentro cuando las personas tienen escasa movilidad. Ahora en Caliao se me ocurren tres: La Sevillana, la tenobia de Armando y la tenobia de mi madre. Son sitios agradables porque los frecuenta gente mayor y a mí me aportan mucho ¡Qué egoísta soy!
Por más que tenga la retina acostumbrada esas caras, veo las imágenes y me encantan lo mismo que entonces. Por eso están aquí. Es cierto que no están todas las caras, sólo algunas, pero no importa.Son caras o más bien momentos. Si voy un poco más lejos, tal vez sean retales de vida en la vida de alguien.



 Son Rosa Pilar, mi madre, Fran y mi padre.

 Mi  madre, Amado MIguel Calvo y mi padre.