Por supuesto que todos los elementos de este planteamiento implica que adquieran otra dimensión, que se humanicen. Son los gatinos por tanto los reyes de la casa y tratados como tales.
Aquí buscando el calor de la cocina de leña están encantados y muestran una estampa apacible que acaba inundando toda la cocina, como un perfume. Luego se levantan y vienen buscando una mano que se prolongue en una caricia y comienzan a ronronear.
Lo que no sé es si son los mismos que ahora. Probablemente no, porque esta fotografía ya tiene sus años... y el tiempo pasa para todos; hasta para los gatinos.
Una vez consultado el tema,puedo afirmar que no son los mismos de ahora.Bueno tampoco son los mismos losazulejos de la cocina.Está remodelada y tiene otro aire más moderno.
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