5 de junio de 2015

AY EL YANÓN, EL YANÓN


Si hay lugares que pasan a ser de referencia en la memoria colectiva, por haber sido a través de los tiempos lugares de encuentro, uno de ellos es sin duda El Yanón, en la mayada de La Robre, en el Puertu de Contorgán de Caliao. Todos los que lo pisamos alguna vez, lo tenemos grabado en la memoria. Casi es imposible que sea de otra manera, porque es un lugar que se constituye en lugar de paso, de encuentro o de descanso. El ideal para "echar un bocáu" en la fuente de El Recuestu mientras se disfruta de la visión que ofrece todo el puerto, que se extiende ante nuestros ojos como un tapiz, empezando por la mayada de El Castiellu, en primer término.
LLenan  la imagen de contenido Santos Gonzalo, fumando, en estado puro; Emilio Poli, Lorenzo Fernández, el de Ángel de Marcelino; Fructuoso Pérez, "Fruto" y sentadas, tal vez Lucinda la de Pepe, la allerana y Antona la de Félix, que luego emigró a Buenos Aires.
Completa la estampa "el burru atáu al piornal justu onde arranca el senderu pa La Piornosa".
Me resulta imposible pensar en Santos Gonzalo, sin recordar aquellas palabras suyas que tenían mucho de profecía:" ... Y que tenga yo que dexar de venir a esti monte que tantu me dio ...". Y lo decía con lágrimas en los ojos, porque siempre se emocionó con facilidad.
De Antona, basta recordar que siempre tuvo mucho trato con "en cae güela Aurelia de Riellames". Por eso iba con frecuencia tanto a casa como al portal de Tresculo, donde tanto se reunía la gente.

Fuente: Marisa Poli

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