RICAO 2017

17 de septiembre de 2017

Volvió a llegar la fiesta de Ricao a Caliao y volvió , como siempre, a marcar el final del verano. Como quiera que sea es una fiesta muy especial para los vecinos, al menos yo así lo creo porque sin duda para mí lo es.
En la familia de mi madre siempre gozó esta Virgen de mucha fe porque en la asegunda guerra carlista (1846-1849), mi tatarabuelo Indalecio Calvo cayó herido en Montjuïc en un brazo.Al parecer gritó: "Ay Virgen de Ricao, ampárame" y lo oyó un "coyán" de Llaíñes (Ladines. Lo escribo en asturiano porque mi madre siempre lo dijo así), que también estaba herido en una pierna, y supo que allí había uno de Caliao. Se vendaron mutuamente "con la falda la camisa" como tantas veces oí contar en casa de mio güela Aurelia y de aquella nació una amistad que habría de dudar a través de los años, de modo que mi madre y su prima Enedina todavía iban a castañas a Llaíñes y se quedaban a dormir en casa de esta familia.
Mi tatarabuelo hizo el viaje a Montjuïc (Barcelona) andando y de un preso de esa localidad trajo a la vuelta el juego de cartas "El rey Rufino" que algún día pondremos en estas páginas y que aún queda gente como Anita Gao que lo sabe de memoria.

La Virgen de Ricao, antes de salir de la iglesia para ir hasta su capilla.

III COMBINADA DE MONTAÑA EN CALIAO

16 de septiembre de 2017

Se celebró el 3 de septiembre de 2017. El día precioso, con un sol radiante. Se desarrolló sin incidentes, si bien pude ver que hubo algunas caídas. La "rosada" (el rocío) es muy apetecible para escribir poemas; en cambio para según qué cosas causa estragos. También se quejaban los corredores de arañazos de los "artos" (zarzas). Es lo que tiene hacer una combinada en una naturaleza tan exuberante. Todo lo demás entiendo que bien, aunque delante de la iglesia, con el sol de las doce del día, hubiera hecho aconsejable un "puestín" de cervezas, para darle una alegría al cuerpo después del esfuerzo.


Miguel Aladro entrando en meta.

Mi amigo Rubén, en el centro, no se anduvo con chiquitas y ganó la prueba.

 En el podio

Alejandro Armayor, de Tanes, en el podio con sus hijos Samuel y Eduardo. Lo de su cara es mucho más que satisfacción.

El marco para el podium era una naturaleza digna de un cuadro.