Se celebró el 3 de septiembre de 2017. El día precioso, con un sol radiante. Se desarrolló sin incidentes, si bien pude ver que hubo algunas caídas. La "rosada" (el rocío) es muy apetecible para escribir poemas; en cambio para según qué cosas causa estragos. También se quejaban los corredores de arañazos de los "artos" (zarzas). Es lo que tiene hacer una combinada en una naturaleza tan exuberante. Todo lo demás entiendo que bien, aunque delante de la iglesia, con el sol de las doce del día, hubiera hecho aconsejable un "puestín" de cervezas, para darle una alegría al cuerpo después del esfuerzo.
Miguel Aladro entrando en meta.
Mi amigo Rubén, en el centro, no se anduvo con chiquitas y ganó la prueba.
En el podio
Alejandro Armayor, de Tanes, en el podio con sus hijos Samuel y Eduardo. Lo de su cara es mucho más que satisfacción.
El marco para el podium era una naturaleza digna de un cuadro.
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