El Yanón. Siempre El Yanón. Todos los que frecuentaron la mayada de La Robre lo tienen entre esos rincones del alma llenos de vivencias y recuerdos. Aquel junio de 2016 la vida comenzó a darme sacudidas y ya nada volvió a ser lo mismo. Y sin embargo, detrás de cada amanecer ha de existir un motivo para levantarse y seguir. Eso creo que vale para mí y para todo el mundo.
Hace mucho tiempo que escribí la primera línea de esta entrada. Lo mismo no supe juntar las fuerzas suficientes para continuar, como tampoco tengo claro que este intento tenga la garantía de prolongarse en el tiempo. Me basta recordar que cuando íbamos a segar, muy temprano, lo primero que hacíamos era "asucar la estaya", empezarla por abajo, marcar lo que pretendíamos segar. Luego procurábamos "echala arriba", esto es, terminarla. En este momento, estoy "asucando la estaya" y me estoy poniendo a segar. lo que siegue o no siegue, ello lo dirá.
Hoy me asomo a esta foto como quien se asoma a un precipicio y vislumbra otro mundo y es capaz de reconocerse en él.
En primerlugar, decir que me alegra mucho que hayas retomado el blog que habías dejado de lado por diferentes circunstancias.
ResponderEliminarLuego, decir que me encanta esta foto. Quién pudiera echar a rodar por ese prado!!!
Mucho animo Miguel tu eres ¨Vizarru¨ y puedes, respecto a lo que dice la primera interprete, rodar rodara pocu en esi prau, ya lu llamen el Yanon, por eso non rodará.
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