LOS FLÓREZ DE QUIÑONES (III)

22 de enero de 2014

D. Francisco Flórez de Quiñones y Díaz, entre otros cargos que le llevaron a lo largo de la geografía española, acabó siendo Presidente de la Audiencia de Oviedo.
Se casó con Carolina Tomé Gutiérrez y Tuvieron tres hijos: D. Vicente, Dña Encarnación y Dña. Pilar.

D. Vicente Flórez de Quiñones y Tomé
Nacido en 1898, a los 20 años ya había terminado su carrera de Derecho en Madrid con las máximas calificaciones. Luego sería un notario de enorme prestigio.
Ésta fotografía se la dedica a mi bisabuela Serafina con el siguiente texto:

"A su querida tía Serafina dedica este recuerdo su sobrino Vicente Flórez.
Almazán 9 de Diciembre de 1909"
 
Pilar Flórez de Quiñones y Tomé
  La fotografía está enviada a mi abuela Aurelia con la siguiente dedicatoria:
 
"A su querida prima Aurelia dedica este recuerdo de su Primera Comunión, Pilar Flórez.
7-6-1914"

LOS FLÓREZ DE QUIÑONES (II)

21 de enero de 2014

María Flórez
Esta es María Flórez. Quiero pensar que sea una hermana de los anteriores, es decir, que sea una hija de D. Vicente Flórez de Quiñones y Rodríguez. Tengo que seguir investigando. Supongo que haya mandado esta foto a mi abuela Aurelia. De ser así, por la fecha, mi abuela contaría a la sazón 20 años, pues había nacido en 1888.
Los únicos datos de que dispongo, figuran en el reverso de la propia fotografía, que cuenta con el siguiente texto:

Curueña 17 de Octubre de 1908
Para cumplir tu deseo y demostrarte el cariño familiar que te profesa,
te envía este recuerdo tu prima
María Flórez
Cuando mi madre tenía la memoria bien, me contaba anécdotas y cosas de "los de Curueña", como que eran muy religiosos. Esto es absolutamente cierto, porque "mio güela" Aurelia, que también lo era, conservaba su misal dedicado por ellos, de aquellos tiempos. También me contaba que habían querido envenenar al tío Juan "con cuayada", pero como sospechó se la echó al perro, el cual había muerto porque la había probado primero. De modo, que en el jardín de la casa, le habían hecho un monumento, con una inscripción que decía entre otras cosas: 
"Yo soy el perro Pichón.
A mí me mató mi amo..."

No sé más porque no me preocupé de escribirlo cuando mi madre disponía de una memoria como un archivo. Yo pensaba que siempre iba a estar ahí...¡Qué pena!

Serafina Calvo Díaz y su hija Aurelia Calvo Calvo
Es una imagen muy hermosa. Bueno, qué voy a decir yo. De mano es todo un tratado de la manera de vestirse a finales del S.XIX y principios del XX. Tanto mi bisabuela Serafina, como mi abuela Aurelia, frecuentaron la casa de Curueña. Mi abuela Aurelia, pasó temporadas allí con el tío Juan.
En una ocasión en la que mi abuela había venido de allí, le mandaron en casa ir a El Sabugal, por si "había muncha fueya p' allimpiar". Cuando llegó a casa y le preguntaron cuánta había, ella contestó: "alguna sí, mucha no" y los hermanos, como hablaba castellano, "hablaba finu", se rieron de ella.
También me habían contado que en una ocasión, uno de los tíos se atragantó comiendo. Mi abuela llamó a la Virgen de Covadongay le dio una palmada en la espalda. Como quiera que sea que salió el bocado, la llevaron de aquella a Covadonga (que debió ser la única vez que fue) y también a una corrida de toros a Gijón. Pero  " a mio güela non-y gustaren los toros y puénxose mala. Tevo que salir de la plaza"

LOS FLÓREZ DE QUIÑONES. LA CARTA

Voy a  transcribir una carta que encontré en casa de "mio güela" Aurelia. Se la envía su tío Carlos Flórez y da cohesión a todo el relato. Dice así:

León 8 de junio de 1917
Srta. Aurelia Calvo
                 Caleao
Querida sobrina:
Recibí tu apreciable del 20 con lo que acompañaste para Encarnación , a quien la entregué.
Me congratulo del restablecimiento de tus padres y que Juliana esté gozosa con sus reses, y Felicita como tú afanosas y Juan con sus corcelas en aumento.Lamento la poca salud de Josefa (*) y me conduelo del fallecimiento de Josefina (Q.E.D.)
Por aquí todavía sufre Carolina del estómago y aunque sigue regimen de buenos facultativos, es poco lo que mejora y no sabemos que se puede resolver mejor; si será ir a la costa, si a Mondariz, Urberagua u otro lugar, pues la vemos padecer y Francisco, cuyo cargo en la Audiencia de Santander, teme no le pruebe aquel clima húmedo y no sabemos como acertar.
Yo ya voy bien: el pasado mes fui a la montaña porque como el invierno fue muy largo y crudo, causó desperfectos en Curueña y allí solo hay una criada nueva al cuidado, que es cuidadosa, pero los desperfectos no los puede ella reparar, ni tampoco los renteros se ocupan bastante de reparar las fincas, por lo que requiere la necesidad visitarles de vez en cuando.
Vicente Faustino se examinó de 3er año de su carrera en Madrid con un sobresaliente; si no acaece alguna desgracia, creemos sea Abogado para 1918. 
Vicente Ramón tendrá examen en este mes en Barcelona.
Muy afectuosos recuerdos a cada persona de tu familia y a cada uno de tus parientes y que les deseo salud y todo género de bienes.
Mi enfermedad me impidió ir a Cuba en Abril y ahora estoy perplejo por razones varias de cómo y en qué fecha será posible.
Siempre con anhelos de veros sabes os recuerda tu afmo. tío Carlos Flórez.


(*)Josefa creo que es Josefa Díaz, la madre de Marcelina, Juan y Dorinda Portugal Díaz.




LOS FLÓREZ DE QUIÑONES

17 de enero de 2014

Ésta es una de esas historias que uno no sabe contar muy bien pero que en cambio son emotivas y emocionantes. Ha pasado demasiado tiempo y uno lo que conoce lo conoce de oídas, con el agravante de que cuando las oyó, no prestó demasiada atención, pensando que los informantes iban a estar siempre ahí, con la memoria intacta para acudir a ella siempre que uno quisiera.
Por razones obvias, eso no es así para nadie y uno acaba lamentándolo. De todas maneras uniendo pinceladas de aquí y de allá, podremos construir un relato, que aunque se asemeja a los relatos de ficción, nada puede resultar más dramático que la realidad misma.
Mi bisabuela materna, Serafina Calvo Díaz, era hija de Margarita Díaz (Lita) y de Miguel Calvo. Siendo una niña, quedó huérfana, pues su padre y su madre murieron los dos con 25 años; el uno de una congestión de cerezas "andando a l'herba" en Riellames, lo que le llevó a subir La Cabiana Rozaqué "a gates" para llegar a casa y morir aquella misma noche. La otra, de una pulmonía que cogió "por llavar una bogada". Ambos murieron el mismo año.Si escudriñamos en el S. XIX, y hacemos un poco de antropología cultural,  sabremos que para lavar la ropa,se usaba la "tina", encima de una piedra llamada "colaeru" y se recogía el agua en el "pisón "que estaba debajo. Como no había jabón se usaba "la cenrrada". Se colocaba la ropa en la "tina", se cubría con un saco para que no se manchara, para filtrarla,  se añadía ceniza de leña  y se iba vertiendo encima de todo, agua hirviendo, repitiendo la operación una y otra vez. Al parecer este proceso duraba hacia una semana, la ropa salía muy limpia y olía muy bien..
Mi bisabuela tenía un hermano, Juan, al que libró de la "mili" de entonces su madre (Lita) "haciéndose la tonta", según me han contado, para que posteriormente él fuera voluntario a no sé qué guerra (creo que la de Cuba) y morir nada más llegar de la fiebre amarilla. Al morir sus padres, los dos hermanos quedaron "con so güelu Pepe" (el padre de Margarita. Era un hombre muy religioso y al ponerse enfermo, el cura que era amigo suyo, quiso administrarle la extrema unción, negándose él y aduciendo como razones "que no podía morir, que tenía que criar esos dos nenos".
Los primeros pasos en la vida de mi bisabuela sin sus padres fueron crueles. Encontré un papel en el que se nombraba un tutor, a modo de acta notarial , roído parcialmente por los ratones que así lo atestigua.La cuidadora era Bernarda "la maneguera", que al parecer "peñábala'n banu pa ir a tirar los peoyos al carcabón. Diéren-y la tierra Treslasebe, que está detrás de La Capellanina". En resumen que eran demasiados los interesados en disminuir su patrimonio, incluyendo los 200 reales de la iglesia para misas y velas, en los que estaba tasada la Tierra del Castañeru de Riellames, donde aún tuve yo la oportunidad de ir a cerezas.
Fue transcurriendo su vida tan llena de azares como la que refleja cualquier novela del XIX, solo que la realidad siempre superó a la ficción. Hasta que un día, estando cosiendo en Lillo con una de Caliao, ésta le dijo:
-"Tu tienes una tía en Curueña. Tenís que ir a vela". 
Y así lo hizo. Sin saber a dónde iba, sin conocer nada (he oído que sólo sabía dibujar la "S" de su nombre en "la borona"), emprendió una aventura que la llevó hasta Murias de Paredes (una casa con verja de hierro), después de haber gastado unas alpargatas en el camino.
Cuando llegó allí, la señora de la casa, como no podía ser de otra manera, le hizo muchas preguntas del pueblo, del "llavaeru" de Tresculo, de Fontalba, de la familia, hasta convencerse de la veracidad de sus palabras, acogiéndola entonces como el familiar que era.Como una vecina de la tía rompiera un brazo, estuvo sirviendo en su casa. De allí volvió a Caliao para casarse con Juan Calvo Rodríguez, quien vino de Madrd, donde trabajaba en una imprenta.  Leo ahora que Curueña (1338 m.de altitud), es una localidad que pertenece al municipio de Riello en Las Omañas leonesas. Por tanto, perteneciente a la vecina comunidad autónoma de Castilla-León.Murió en 1924 con 65 años.

Esta es mi bisabuela Serafina Calvo Díaz. Me parece guapísima y la foto con un encanto inusual. Digo esto porque está firmada por J. M. Cordeiro, Calle de San Pelayo nº 9 LEÓN. Y eso sólo era posible estando con la familia de Curueña.

Pero, he aquí que buscando datos de Curueña, movido por la curiosidad, quiso la casualidad que diera con una obra capaz dedar sentido a todo. Cualquiera que quiera encontrarse con la historia de esta familia, debería ir allí:
Flórez de Quiñones, Marichelo: "Vicente Flórez de Quiñones y Tomé, una vida".
De esta obra, saco los datos de la familia que pretenden dar sentido a todo el relato:
D. Vicente Flórez de Quiñones y Rodríguez tuvo seis hijos:
  • D. Antonio Flórez de Quiñones y Díaz, que fue sacerdote.
  • D. Benito Flórez de Quiñones y Díaz, que emigró a Cuba.
  • D. Carlos Flórez de Quiñones y Díazque emigró a Cuba.
  • D. Máximo Flórez de Quiñones y Díaz, catedrático de instituto en Madrid.
  • D. Juan Flórez de Quiñones y Díaz, que siguió en casa.
  • D. Francisco, insigne jurista y padre de D. Vicente, de Dña. Encarnación y de Dña. Pilar.
 Éstos son  D. Carlos y D. Francisco.

Ahora bien, lo mejor es ir a fuentes mejor informadas y por ello recomendamosla obra: "
"Vicente Flórez de Quiñones y Tomé, una vida", en el apartado "Su Familia", pg.47 y siguientes, de Flórez de Quiñones, Marichelo.