UN DÍA BUENO (III)

2 de mayo de 2015


 Rosa Pilar, Toribio Calvo y María Antonia Suárez


 José Luis Gonzalo y Fina Marcos


 Josefina Aladro y Rosa Pilar


 Arturo, Juan Ramón Glez y Emilio


De izquierda a derecha, Arturo Aladro, Toribio Calvo, Graciano Aladro, Josefina Romero, L. Santos Calvo, R. Pilar Castañeda, Josefina Aladro, Juan Antonio Portugal, Agustín Glez., José Luis Gonzalo, Juan Ramón Glez., Jesús Ordóñez, Ángel Glez., J. Miguel aladro y  José Froilán Gonzalo.
Delante, José Luis Sanfabián, Mª Antonia Suárez, Gloria García, Mariano Blanco, una amiga, Charo Mediavilla, Emilio Gonzalo, Ana, Mari Carmen Gonzalo, Fina Marcos, Natalia, Gema Gonzalo, Álvaro Gonzalo y Flori.

UN DÍA BUENO (II)

Si como dijo E, Galeano "somos hijos de los días"(¡Qué frase tan extraordinaria!), cualquiera que se acerque a estas páginas puede pensar que estamos todos los días comiendo, habida cuenta que muchos de los encuentros que aquí se recogen tienen como transfondo una comida. Podría decirles que no han entendido nada o, en todo caso, tirar de la sabiduría popular de Caliao y utilizar una frase tan gráfica como esclarecedora que lo resume muy bien: "Non saben a qué sen están revueltos". Creo que se entiende muy bien. 
En todo caso no se me va a ocurrir, por respeto a esa sabiduría popular, intentar esclarecerlo lo más mínimo. Quien vive aquí, entiende muy bien que vivimos una época de cambios y, tal vez porque somos desgraciados (en el sentido de haber caído en desgracia), queremos mantener la antorcha viva de dos mundos y eso resulta imposible. Así de claro. no obstante seguimos engañándonos a nosotros mismos como si no nos diéramos cuenta de nada. Es un ejercicio de juegos malabares, como si jugáramos una partida de ajedrez moviendo las piezas blancas y las negras, intentando ganar no se sabe a quién, intentando engañarnos a nosotros mismos sin conseguirlo del todo. Por seguir con Galeano, quiero que sea él quién lo explique, desde tan lejos, porque presiento que hay verdades universales: "Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos". y alguien me dirá con muy buen criterio. "¿Y tanto cuento para decir que se está agusto en un grupo de afines?"
La respuesta es sencillamente sí y no solo eso, considero esos momentos " la espuma de los días", por seguir con otra obra que también habla del tiempo; esta vez de B. Vian.


 Emilio  y Ana


 Emilio, Ana y Rosa Pilar. Mari Carmen, Álvaro y Gema


 Emilio, Ana y Mari Carmen


Álvaro y Gema


Flori, Josefina, Ana, Juan Antonio y Rosa Pilar

UN DÍA BUENO

1 de mayo de 2015

Sucedió en Linares, en lo de Avelino. Ya ha pasado el tiempo como para ver las cosas con perspectiva y lo que queda es el recuerdo de un día bueno. Y al decir esto, siempre me habrá de perseguir aquella afirmación de Sinda la de Andreína, cuando le confesaba a mi padre el la Pedrera de El Barrial: "¡... Ay Dios! ¡Si yo hobiera teníu un día bonu na vida!"
 La afirmación es tremenda, casi diría que desoladora...
Como decía, era el 20 de septiembre de 2014 y  Ana y Emilio, después de haber decidido compartir un proyecto de vida en común, nos habían invitado apasar un buen día con ellos y como es natural, aceptamos "de grado" (como dirían los clásicos), con el alma dispuesta además para que la realidad estuvira acorde con los deseos. Lo logramos. En mi caso con absoluta rotundidad. Como dirían los clasicos, aceptamos "de grado", dispuestos a hacerles caso. En mi caso, sí que fue un día bueno. Estuve a gusto y como he dicho muchas veces, cada vez lo valoreo más.


 Estos son los protagonistas. Espero que estas imágenes no invadan su intimidad.


Ana y Emilio con Juan Antonio Portugal.


Josefina Romero, Luciano Santos Calvo, Ana, Emilio, Luis, el cura y Agustín González.
Delante Ángel gonzález, Gracviano Aladro, Arturo Aladro y Charo Mediavilla.


Con José Luis Sanfabián, Juan Ramón Glez, Jesús y Natalia, sus vecinos.


Ana, Emilio, Juan Antonio José Froilán y Agustín Glez. No es fácil juntar a dos Gonzalos porque quedan pocos. Aquí se ha logrado.

NAVAJAS DE MANUEL CALVÍN

26 de abril de 2015

Pensar en Manuel Calvín García es  hacerlo en clave de navajas, aunque como hace de todo, bien pudiéramos hacerlo de cualquier otro tema. Sucede que ante una foto de navajas de M. Calvín, uno no puede resistir la tentación de ponerlas aquí.
El caso es que esas navajas se hicieron en su taller de Vilanova en  Taramundi y  de allí dieron el salto a Cataluña donde las pirograbaron. Los dos procesos realizados de manera artesanal. El resultado es sublime. Me encanta. 
Esto es el mundo global... bueno no , cuando se conoce al artesano y se habla con él y se toman unos vinos y se echan unas risas...uno se da cuenta que eso de la globalización es otra cosa, un mundo sin cara que no tiene nada que ver con lo dicho. Esto sólo son piruetas en el mapa, meros juegos de geografía.


Imagen mandada por Manuel Calvín García