Como suele suceder, entonces y ahora, los niños quedan al cuidado de la abuela y esta imagen es la disculpa perfecta para reivindicar el reconocimiento que se merecen todas las abuelas del mundo, que por otra parte realizan una labor tan importante como impagable. Entre otras cosas son las transmisoras de los valores culturales de una sociedad y más ahora que las madres trabajan...
Los nietos son Francisco Poli, su hermana Mª Cristina, José Luis Ysoba y la niña que llora no la identificamos. La abuela es Cristina Calvo y la chica que la está ayudando no sé quién es, tal vez una maestra (por la proximidad a la casa de los maestros); quizá sea Peranchu.
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