Me tocó criarme en estos caminos. Constituyen para mí, mi espacio vital y por tanto no es extraño que conozca cada piedra, cada árbol, cada rincón. Esta foto ya es relativamente reciente; el tractor viene a confirmarlo. Supongo que sea de la década de los setenta. Ya está reedificada la casa de Salvaor de la Prida y Rosina. Ya la habían comprado Pepito y Amadina. Pero en cambio todavía duraban las perales de Juan de Benito en La Güerta La Collada. La casa de Estrella está como estaba, lo mismo que el "güertu sin muries". Los caminos sin hormigonar: eso llegaría más tarde. Y los "güertos cerraos de varganal" tal y como era costumbre entonces.
Fuente: Laura Glez. Aladro
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