Yo conozco este paisaje, el próximo y el lejano. No me cuesta trabajo encontrarme y reencontrarme en cada camino, en cada piedra. Puedo cerrar los ojos y "ver el pical" de la que fuera la casa de Antón y Águeda antes de emigrar, más que eso, antes de ir al encuentro de los suyos, que les habían precedido en la aventura. No me resulta trabajoso comprender todo esto como un acto de amor, aún a sabiendas de que ellos sabían de la renuncia ya predecida, del desarraigo. Ellos lo sabían porque eran inteligentes. Aunque sólo fuera por eso, los admiro.
La familia es la de Antón Gonzalo: Águeda, su hijo Pepe y Antón el de Rosalía y José el de Santos.Es el Caliao de los años cincuenta, en blanco y negro como la vida de entonces. Los remiendos de la ropa, son bien elocuentes. Creo que emigraron a Bs. As. en 1962. Los caminos de tierra o de "pedrera" en el mejor de los casos, el "lleñeru" de Juan de Juana "arrimáu al horru" y el Valle Isornu presidiéndolo todo, con alguna tierra de la Ería del Sabastián aún laborada. Otro mundo en el Viejo Mundo patra quienes habrían de echar raíces en el Nuevo. Eso sí, sin renunciar a nada, sin dejar de ser los que habían sido. La imagen volvió de Bs. As. Tal vez no se había ido nunca. En el fondo, como ellos, que al igual que entonces siguen en el corazón de los de Caliao.
Fuente: Daniel Gonzalo, hijo de Pepe el de Antón
Fuente: Daniel Gonzalo, hijo de Pepe el de Antón
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