Hace tiempo que tenia gana de escribir de mi apellido ALADRO. Cualquier lector avezado se habrá dado cuenta que no fui demasiado original al elegir el título de esta entrada y tendrá razón, pues estoy parafraseando el título de la famosa novela de Dolores Medio, asturiana universal. Quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos tampoco tienen nada de novedoso, pues son las grandes preguntas que acompañan al ser humano desde su existencia sobre la faz de la Tierra.
Desde siempre se nos había contado, que habían venido tres hermanos del País Vasco, que uno se había quedado en Caleao, otro en Bueres y otro en Infiesto. Hasta aquí la tradición oral, tan rica como poco precisa en la mayoría de los casos, si bien tiene en su haber la virtud de centrar los temas, de contextualizarlos o en todo caso de darles cierta coherencia, cierto sentido.
Hace unos meses me llamó Esther Valdés, una pariente de Soto de Caso (por cierto lugar donde estuvo el Ayuntamiento de Caso hasta 1826), para darme unas copias del árbol genealógico que compartimos y ellas van a ser el banco de datos que vamos a utilizar aquí.
Para centrarnos, Manuel de Lalo era Manuel Aladro Cabeza, mi abuelo.
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