PARA LA TERNURA SIEMPRE HAY TIEMPO

2 de mayo de 2013


Para la ternura siempre hay tiempo. Una cocina, un pequeño universo conocido, transitado por seres conocidos, por objetos familiares. La mirada serena, tranquila, llena de confianza de Álvaro, la de su abuelo Bienvenido queriendo sobrevolar el futuro, escudriñando la esperanza hasta en sus más recónditas rendijas. El gato, el horno del pan que llenó de aromas tantas veces este espacio, la chimenea... Calor de hogar, la protección de la familia.
Bienvenido Gonzalo mirando a su nieto Álvaro, su primer nieto.
Fuente: Serafina Calvo

LA FAMILIA CRECE (H. 1997)

1 de mayo de 2013

Viendo la imagen, ya no me atrevería a afirmar que quien hace que la familia aumente sea Álvaro o sea Gema. En todo caso es uno de los hijos de José Luis Gonzalo y Fina, que hace uno de sus primeros "posados" en compañía de sus abuelos. La foto está tomada en Tarna, delante de la casa de los abuelos maternos.
De izquierda a derecha, Bienvenido Gonzalo, Florentina, Mari Carmen, Luisa Gonzalo, Serafina Calvo y Claudio Marcos (el abuelo materno.)
Fuente: Serafina Calvo

EL ENCUENTRO

Seguramente sucedió el mismo día, incluso me inclino a pensar que sería la misma mirada del mismo fotógrafo quien inmortalizara el momento, porque una fotografía lleva en sus genes algo de inmortalidad, mientras se cumpla la premisa de que quien mira conoce o reconoce, en todo o en parte, la realidad fotografiada. En caso contrario pasaría a ser una realidad sin nombre y lo que no tiene nombre no existe. Esta máxima creo que la compartimos todos. Y es bien triste.


 El lugar de la imagen es a la entrada de Caliao, en la carretera, junto a "cae Catalina". Los personajes son Bienvenido Gonzalo Sánchez, ¿? y Jesús Armayor Aladro (Jesús de Catalina).

A juzgar por la ropa, debe ser una fotografía del mismo día. Vamos como fondo, la casa que fuera de Catalina Aladro, casi el único ejemplo de casa con escalera exterior de Caliao, por poner una pincelada de lo que era la arquitectura tradicional asturiana. En este caso intercambiaron las posiciones para la imagen, siendo Jesús de Catalina el de la izquierda y Bienvenido Gonzalo el de  la derecha. A la señora que está en el medio, no la conozco. Por tanto quedo a  la espera desde este momento, a que alguien pueda identificarla.
Ambas imágenes representan un encuentro y quieren que se perpetúe en la memoria. 
Fuente: Serafina Calvo

HOGAR, DULCE HOGAR

Me resultaría impensable ir a "cae mio madrina" y que sus dos gatos no estén ocupando un lugar preferente en su cocina. Tal es así que cuando uno de ellos faltó unos días estaba verdaderamente disgustada. Por supuesto, quienes frecuentamos su cocina, si falta su mansedumbre, también la echamos de menos.Ya cambió todo, la cocina tiene otra fisonomía diferente, más atractiva, más moderna; pero ellos siguen deambulando por allí cual dos peluches vivientes, tan acostumbrados a ese ámbito que son capaces de abrir el pestillo de la puerta para salir. Claro que para creer esto último hay que verlo.

Su presencia se hace patente, bien sea buscando lo que queda del calor de la lumbre...

o bien ejercitando esa costumbre tan española de la siesta. Eso es, la siesta del gato, una imagen capaz de quitar el estrés a cualquiera, más ahora, en este mundo cambiante y tan lleno de problemas.

Fuente: Serafina Calvo