LA LLOBA

La mirada de la "lloba". Toda ojos.Duros, listos, acerados, inquisitivos, desafiantes...¡así son sus ojos!

"Quiere el tigre ser tigre y la piedra, piedra"; escribía el maestro Borges. Por tanto,  siguiendo el silogismo, "la lloba quiere ser lloba". Aceptar esto significa ser consecuente con la vida de la lloba: tiene que vivir y por tanto tiene que matar.Y ahí aparece una parte del problema: los encargados de mantenerla siguen siendo los de siempre, los que tienen animales. Ya sé que hay muchos ecologistas de salón, de esos que defienden con vehemencia sus postulados tomando café junto a su móvil de última generación. Es gratis, sale gratis y desde el punto de vista de las ideas no tengo nada que objetar. Pero los que defienden sus ganados, además de defender otras ideas sobre el tema  no lo hacen gratis.Defienden "otra idea" y en gran medida mantienen la especie.

Quiero pensar que los técnicos cumplen con su trabajo, mantienen los censos de la especie actualizados y según éstos realizan estudios de viabilidad siguiendo criterios de equilibrio ecológico y económico.

Manos. La gente de la que yo formo parte son manos. Manos, ajadas, poderosas, recias,desvencijadas por los rigores del trabajo y de la edad, manos llenas de artrosis y de olvido.Manos que fueron capaces de gestionar un territorio como si fuera propio y al parecer nadie se acuerda de ellas. Manos, en definitiva, en peligro de extinción. 
¡Cómo no voy a recordar les de mio güela Aurelia, les de Rosa la de Ángel, les de mio madre...!
Manos que me resultan cercanas... ¡Manos que representan todas las manos!

Fuente: Foto cedida por Pilarina y Jamín, aunque su origen es Monchu Calvo.