JOSE DÍAZ MARTÍNEZ

27 de diciembre de 2013

José Díaz es uno de esos entusiastas de la naturaleza, un fotógrafo extraordinario, que descubrió Caliao y quiso ir a la raíz, allí donde confluyen el paisaje y las gentes, donde se mimetizan como si fueran uno solo, dándose sentido mutuamente y quiso ser uno más. Eso únicamente te se consigue cuando todo lo que haces es un acto de entrega, de respeto, de admiración, dejando una puerta del alma abierta para que la esencia de ese mundo entre dentro de ti, haciéndote distinto, llenándote como cuando uno se impregna de un perfume. Por todo ello fijó su casa en La Fresnosa, con la naturaleza en estado puro entrando por todos sus poros. Fue de esta forma como se convirtió en el mejor embajador de este paisaje, contra viento y marea, sin ayudas externas, asumiendo cruzadas sin otros límites que su patrimonio personal. La celebración de los solsticios es una buena muestra como también lo son sus publicaciones:  "Mi cabaña, mi mundo" y "Sentidos" o ese empeño de llevar nuestra Reserva de la Biosfera, al reciente encuentro de Salamanca, estando a la misma altura que el Ártico y los otros sitios emblemáticos del planeta.
Pero, sobre todo y por encima de todo, Jose Díaz o Jose Fresnosa para los de Caliao, es un amigo.Y eso como cualquiera puede entender para mí pesa en su currículum mucho más que un Premio Nóbel. Encontrarme con él es sinónimo de una charla larga si tenemos tiempo, toda una fiesta.

josecaleao.blogspot.com
www.josecaleao.com

SOLSTICIO DE INVIERNO 2013

26 de diciembre de 2013


 La celebración de los solsticios es un idea de Jose Díaz, un entusiasta de la naturaleza que escogió Caliao como la patria desde la que observar el mundo. Después de la celebración del SOLSTICIO DE VERANO en La Fresnosa, epicentro de su mundo, con tanto exito, no dudó en atreverse con el de invierno, a sabiendas de que era una apuesta muy arriesgada. En el fondo se trata de hacer una invitación a los sentidos y para sentir, toda la agudeza que pierde uno de ellos, la ganan los otros. Siempre es así. 
En esta imagen, Jose, al fondo,  parece queno ve, que no oye; se abandona y siente, eso sí, con el verbo en mayúsculas, porque todos sus sentidos, su alma entera, están enfocados hacia el interior, hacia el disfrute, en ese estadio que rara vez se consigue, parecido al éxtasis.



 La musica la pone un cuarteto de la OSPA: un violín, una viola, un violonchelo y un clarinete.


 Estaba previsto que el concierto se celebrara en La Collada'l Tayu, entrelas hayas silentes, pero la nieve decidió acudir tammbién sin invitación y hubo que hacer un cambio de planes, bajando un poco por la ladera, hasta Loncín. Hermosísima atalaya la escogida.Protegida del viento, "soleyera", resguardada... Aún así, hacía frío poniendo en el nivel más alto el esfurzo de los músicos.

Estar allí, donde los sonidos de la naturaleza se mezclan con los de una orquesta sinfónica, incluyendo ese silencio sostenido que sólo puede proporcionar la nieve, obligando a mirar el paisaje de otra manera, es un pequeño milagro. Por supuesto que quienes se obligan a sí mismos a caminar para estar allí, cuando vivimos en una sociedad en la que queremos que el dios-coche llegue con nosotros a todos los sitios, son gente con una sensibilidad especial, con una forma particular de enfocar la vida, de entender el mundo. 
La imagen está llena de contrastes. La aguda calidez del violín con el fondo fío de la nieve, los colores de la música frente al blanco, el marco que tenemos en nuestra cabeza asociado a la música con el de la naturaleza tal como es.

PARA LA TERNURA SIEMPRE HAY TIEMPO

24 de diciembre de 2013

"Para la ternura siempre hay tiempo".
Voy a robar aquel título famoso del disco de Victor Manuel, porque me parece que aquí se entiende bien, de la misma manera que robé este instante a los protagonistas. Son Nicanor y Consuelo una tarde de invierno, junto al fuego. Ella, ajena a todo, comiendo una manzana. 


Si vieran la foto, seguro que no les iba a gustar nada. Pero bueno, como ya he dicho, se trataba de robar una imagen y un momento; un chispazo de vida arrancado a una vida con la singladura trazada.

UNA TARDE DE NOVIEMBRE

23 de diciembre de 2013

Es una tarde de noviembre. Fuera hace frío por lo que se busca el calor del hogar. En la cocina hablan de temas triviales, dejan que la vida se deslice como si fuera por unos raíles, como si tuviera vida propia. Como si el mundo fuetra ajeno. Que lo es desde aquel título tan afortunado de Ciro Alegría. "Ancho y ajeno"  nos dice con indudable acierto.


 Y sin embargo alguien trae unas patatas para pelar. La vida siempre llanma a la vida.
Mis padres hablan con Enedina, la prima de mi madre, y Rosa Pilar que está de espaldas. Se hacen visitas mutuas, como ellos dicen "pa quitar un piazu a la tardi".

VINIENDO DE BUSCAR GORBIZOS

22 de diciembre de 2013


El abuelo de Ani, Jesús Ruiz, en Veneros, bajando con unos gorbizos. El "gorbizu" esun tipo de brezo, un arbusto que se usaba para atizar la lumbre, lo mismo que otro, "los tirones". Ambos son considerados patrimonio del pobre, hasta el punto de que para denotar que alguien se cree lo que no es, se utiliza la expresión, "se cree el dios de los gorbizos". En la actualidad ya no se utiliza este tipo de combustible.
Fuente: Ana Mª Fernández Ruiz

TAL VEZ LUIS PIÑERA ALADRO

20 de diciembre de 2013

Y entonces uno abre un cajón y la foto está allí, ni se sabe cómo, lo mismito que el dinosaurio de Monterroso. Es una foto pequeña, recortada a tijera de otra más grande, de esas que se utilizaban como tarjetas postales para enviar a la familia desde el lugar donde cada cual había ido a buscar fortuna, desde el país de acogida en ese proceso tal vez nunca cerrado de la emigración, un trozo de papel del que asoman retazos de caligrafía insegura, probablemente de algún niño o niña que hoy ya no lo es. 
Y un país que uno escogió o que lo escogió a uno para morir. Un lugar para morir, sin duda. Se toma la foto en la mano, cargada de años , con esa pátina amarilla que sólo el largo tiempo es capaz de bruñir en el papel, la mira y cree que es Luis Piñera Aladro, a quien nunca conoció, un pariente del que siempre oyó hablar, un primo de su padre, pero a quien únicamente vio a través de otra foto. Pide entonces ayuda entre quienes lo conocieron y se encuentra que también el tiempo juega una mala pasada a los interlocutores, perjudicada la vista y los recuerdos. Aún así sigue con la primera certidumbre, a riesgo de equivocarse, a sabiendas que siempre habrá alguien que aporte luz a las sombras. Es un no resignarse a que esa foto se convierta en sombra de la nada. Sigue queriendo que uno que nació en Caliao, que manchó sus pies con el mismo barro con el que los mancharon las generaciones que vinieron detrás, siga vivo aunque sólo sea en la memoria de alguien. Que los lanceros del olvido sigan velando sus armas, que esperen.

25 AÑOS DE TRABAJO

19 de diciembre de 2013

Cuando hablamos del factor tiempo, y más si la secuencia temporal es larga, tenemos que tener en cuenta que es algo relativo y que la visión personal de la misma va a depender en gran medida de la satisfacción con la que cada persona lo haya vivido.En este caso hablo de los 25 años de trabajo, dedicación y servicio de una amiga, Ani Fernández Ruiz, que además de ejercer la medicina en Buenos Aires, lo hace ejerciendo de embajadora de estas lejanas montañas del concejo de Caso y de sus gentes. Hablo de la tierra de sus raíces, Veneros y Caliao. Sólo con una fuerte vocación de servicio se puede llenar tantas expectativas a los pacientes, se pueden allanar tantos caminos y se pueden "vivir" esas satisfacciones que se encuentran en el propio trabajo, capaces de ocultar el cansancio y de generar esa pasión para seguir en la brecha como el primer día.
Además conociéndola, sabemos que es capaz de esto y de mucho más, siempre con la máxima entrega, siempre con la mayor dignidad.



Homenaje a los 25 años de servicio en el Hospital Garrahan de Bs. As., organizado por la Dirección de Representación del Paciente. Con motivo del mismo les hicieron entrega de una medalla y de un Diploma de Honor.
En la foto con Nancy Boada, compañera de Terapia Intensiva, con quien compartió un grupo de pacientes.

Con Patricia Constanzo, una amiga farmacéutica, que tuvo un problema muy grave de salud y que recibió un autotrasplante de médula. En esta foto se puede apreciar el Aula Magna.
El nacimiento de un libro, como el de cualquier nacimiento, es algo emocionante. Pero nadie mejor que Ani para contarlo con sus propias palabras:
 
" La foto del Vol 1 de los Criterios de Atención del Htal Garrahan. La de pelo corto rubia es Norma Delgado. La tapa lleva la pintura de un niño que estaba postrado en cama y lo pintó con ayuda de las Maestras Hospitalarias que le alcanzaban los colores y los rodillos. Los 2 libros en su interior tienen ilustraciones de los chicos del hospital, realizados con esta finalidad en talleres organizados por la Escuela Hospitalaria."

 Y como todos sabemos, ningún parto lo es por generación espontánea, también quiero que sean sus palabras las que nos hablen del proceso creativo:

"En esta aula magna en una oportunidad hablé de mi abuelo Jesús Ruiz y de las montañas de Asturias. Resulta que cuando estuve con mis tratamientos de quimioterapia, interferón y anticuerpos monoclonales no me convenía entrar a la Sala de Internación, donde trabajaba en aquél momento. Entonces, el Director de Atención Médica de aquel momento, el Dr Alberto Alvarez, me encomendó una tarea que era juntar todo lo que había suelto en el hospital sobre Normas de Atención y me dio una caja llena de papeles. Empecé a trabajar, lejos de los enfermos para no pescarme ningún bicho, y entre papeles. Luego armé un grupo (pequeño inicialmente, más grande después) con el cual trabajé. La cuestión es que los papeles se fueron transformando poco a poco en un libro que llamamos en vez de Normas, Criterios de Atención. No lo escribíamos nosotros sino que se lo pedíamos a los que más sabían de los diferentes temas. Y sin darnos cuenta empezamos a hacer el trabajo de editores del libro, a corregir manuscritos, pedir a los autores que aclararan alguna parte, etc. La tarea fue ardua pero muy útil para el hospital y para fuera del mismo. Cuando terminamos el primer volumen, brindamos, sencillamente, en el grupo y con los que nos habían ayudado. Yo, qué pude haber llevado para brindar, amigos? Sí, sí! Sidrina! y dije que una hija de asturianos no podía brindar con otra cosa que no fuera sidra. Así fue como me enteré que el Dr Alvarez era asturiano, nacido en Luarca y que había venido de muy pequeño (qué chico es el mundo). Les adjunto una foto de aquel momento del Vol 1. Estoy con Norma Delgado, por aquel entonces Jefa de Nefrología, también descendiente de asturianos, con una tía Pilar en Gijon y a quien creo muy capaz de visitar algún día Caleao.
  Después del Vol 1 hubo un Vol 2, muy rico en temas y ya más perfeccionado que el primero. Muy ardua la tarea, parecía que no terminábamos más."

EN CALIAO Y COL FUEU (II) (DICIEMBRE DE 2013)

11 de diciembre de 2013


Si buscamos una imagen para representar el " estar agustu", creo que nos vale ésta. Calor humano, calor del "fueu", momentos propicios para la charla distendida, sin prisas, momentos para el recuerdo  y la confidencia. Todo sencillo e íntimo, como suele acontecer con lo impagable.
"Les piedres del llar que puenxo mio tiu y que venieren de Tanes, como casi toes les de Caliao", piedras con un veteado natural que siempre me cautivó a mí... Pero lo verdaderamente importante es la presencia de mio tiu Salvaor, tan mayor, tan entrañable, tan lleno de todo.


Padre e hija juntos, al amor de la lumbre y con el amor que expresan sus caras. Yo sé lo que se quieren. Recuerdo algún comentario dramático de mio tiu cuando Josefina tuvo algún problema de salud y por eso puedo afirmar que su vida es ella. No obstante viendo el sosiego de esta imagen, me parece que no se puede añadir nada, que la propia imagen lo dice todo.


Tres de los Aladro de La Carrera que en el mundo han sido disfrutando del momento. Por utilizar una expresión del habla de Caliao "más contentos que un perru con pulgues".
Somos Josefina, mio tiu Salvaor y yo en la cocina de su casa, hablando de las cosas pequeñas, de nuestras cosas, esas que al final resultan ser las importantes.

EN CALIAO Y COL FUEU (DICIEMBRE DE 2013)

9 de diciembre de 2013

El pasado puente de La Constitución, estábamos en Caliao. Hacía frío y como siempre se hizo desde que el mundo es mundo, la gente se recoge junto al fuego, "col fueu", que es el lugar entorno al cual gira la vida en todas las casas.
Había venido"mio tiu Salvaor" y bajamos a verlo. Todo un placer  encontrarlo allí, tan bien, llenando la cocina, su cocina y sé de lo que hablo. Tiempos hubo en los que me contó que la hizo él, sin más planos que lo que abarcaba su mirada, siguiendo la idea que anidaba en su cabeza. Ellos hablan de "tener idea" y de "ser ideáu" sin saber de la profundidad del concepto. Lo dicen así, como si fuera simple y en realidad están hablando de la aprehensión inmaterial de las cosas, de lo trascendente, de lo perdurable. Por eso cuando hablo de "su  cocina", yo sé que lo hago en toda la amplitud posible del término.

Encontrarme con "mio tiu Salvaor", es en cierta manera hacerlo con los orígenes.Es el quinto hijo de mis abuelos Manuel y Teresa y sus 96 años son capaces de aportar todo un universo de vivencias, de matices. Su venerable presencia es capaz por sí sola de dar sentido a la historia, a la de todos, pero sobre manera a la nuestra. Las preguntas fundamentales de la vida del hombre cobran sentido con su sola presencia.
Es tan cierto como inevitable que en una reunión así se hagan notar mucho las ausencias, porque según en que ámbitos, los moradores de nuestros paisajes interiores, permanecen siempre. Ya forman parte de esos lugares y van a seguir formando parte al menos mientras permanezcamos quienes los conocimos ahí.
En la foto, de izquierda a derecha, Rosa Pilar, mi prima Josefina, mio tiu Salvaor  y Juan Antonio, el marido de Josefina. Como me presta verlos aquí, sonriendo y disfrutando del momento.