La celebración de los solsticios es un idea de Jose Díaz, un entusiasta de la naturaleza que escogió Caliao como la patria desde la que observar el mundo. Después de la celebración del SOLSTICIO DE VERANO en La Fresnosa, epicentro de su mundo, con tanto exito, no dudó en atreverse con el de invierno, a sabiendas de que era una apuesta muy arriesgada. En el fondo se trata de hacer una invitación a los sentidos y para sentir, toda la agudeza que pierde uno de ellos, la ganan los otros. Siempre es así.
En esta imagen, Jose, al fondo, parece queno ve, que no oye; se abandona y siente, eso sí, con el verbo en mayúsculas, porque todos sus sentidos, su alma entera, están enfocados hacia el interior, hacia el disfrute, en ese estadio que rara vez se consigue, parecido al éxtasis.
La musica la pone un cuarteto de la OSPA: un violín, una viola, un violonchelo y un clarinete.
Estaba previsto que el concierto se celebrara en La Collada'l Tayu, entrelas hayas silentes, pero la nieve decidió acudir tammbién sin invitación y hubo que hacer un cambio de planes, bajando un poco por la ladera, hasta Loncín. Hermosísima atalaya la escogida.Protegida del viento, "soleyera", resguardada... Aún así, hacía frío poniendo en el nivel más alto el esfurzo de los músicos.
Estar allí, donde los sonidos de la naturaleza se mezclan con los de una orquesta sinfónica, incluyendo ese silencio sostenido que sólo puede proporcionar la nieve, obligando a mirar el paisaje de otra manera, es un pequeño milagro. Por supuesto que quienes se obligan a sí mismos a caminar para estar allí, cuando vivimos en una sociedad en la que queremos que el dios-coche llegue con nosotros a todos los sitios, son gente con una sensibilidad especial, con una forma particular de enfocar la vida, de entender el mundo.
La imagen está llena de contrastes. La aguda calidez del violín con el fondo fío de la nieve, los colores de la música frente al blanco, el marco que tenemos en nuestra cabeza asociado a la música con el de la naturaleza tal como es.
2 comentarios:
Una genial eleción.CALEAO,donde el cielo casi se alcanza con las manos.
Cada día que pasa doy gracias a Dios por haberme concedido el privilegio de recalar en Caleao. Esta es sin duda alguna la mejor época de mi vida. Nunca imaginé que iba a sentirme tan querido como en Caleao. Con el permiso de todos vosotros he de decir que me siento Caleato, pues en estos años me ha dado mucho más que cualquier otro lugar, incluido donde vivo y he nacido, y a sus gentes las quiero tanto o más que a mi familia. Que maravilloso es compartir momentos con todos vosotros.
Muchas gracias y os quiero.
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