Hay lugares que se convierten en sitios de encuentro cuando las personas tienen escasa movilidad. Ahora en Caliao se me ocurren tres: La Sevillana, la tenobia de Armando y la tenobia de mi madre. Son sitios agradables porque los frecuenta gente mayor y a mí me aportan mucho ¡Qué egoísta soy!
Por más que tenga la retina acostumbrada esas caras, veo las imágenes y me encantan lo mismo que entonces. Por eso están aquí. Es cierto que no están todas las caras, sólo algunas, pero no importa.Son caras o más bien momentos. Si voy un poco más lejos, tal vez sean retales de vida en la vida de alguien.
Son Rosa Pilar, mi madre, Fran y mi padre.
Mi madre, Amado MIguel Calvo y mi padre.
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