Fuente: Aquilino Capellín González, "Quili".
LOS ÚLTIMOS DE LA ESCUELA RURAL DE CALIAO
9 de agosto de 2015
De las cosas que más asombro me prodocen en el espacio geográfico de Caliao y en el ámbito de la educación es un documento escrito en piedra que da cuenta de la primera escuela rural de Caliao "a costa de los vecinos de esta parroquia, siendo procuradores... año de 1786". Es algo extraordinario que un pueblo de montaña se preocupe por la educación en esa fecha, entrando así en la modernidad. Tengamos en cuenta que la Revolución Francesa se data en 1789 y que la tasa de analfabetos de España en 1931 era del 40 %. Una escuela rural en Caliao, en la época de la ilustración asturiana. Algo insólito y extraordinario.
Pero como todo lo que tiene un principio, también tiene un final, la escuela rural de Caliao, en aquella época ya escuela mixta (los de mi generación conocimos escuela unitaria de niños y escuela unitaria de niñas) se cerró en 1983, último año quem peremaneció abierta, y al año siguiente los niños/as de Caliao ya fueron al colegio de concentración de Campo de Caso.
Es un Antroxo en Caliao, probablemente hacia 1981. El lugar me parece delante de la que fuera la casa casa de María y David.
vamos a intentar identificar a los protagonistas, corriendo los riesgos propios de equivocarnos:
De izquierda a derecha, Mª Teresa Aladro Calvo, Ana Calvo, ¿?, ¿?, Jesús Calvo y José Manuel Glez. Prado. Agachados Marisa Capellín, Juan Ramón Glez. Miguel, Luis Calvo, Aquilino Capellín y Pablo Miranda Portugal.
Si nos equivocamos en algún nombre, espero que nos avise alguno de los interesados para rectificar.
Todos son pequeños.Y la imagen está llena de ternura. Está tomada junto al güertu que era de Juan Manuel Calvo, en Rozaqué.
Empezando por la izquierda, José González Prado, su primo José Antonio Alonso Prado,Ana Calvo (la hija de Jesús el de Adoración) y quien me manda la foto, Aquilino Capellín González.
Hacia 1980.
Probablemente sea una "merendeta" (merienda que hacían los niños de Caliao con el "bollu" que les había dado la madrina el día de Pascua) en uno de los lugares de mayor querencia que tiene el pueblo. Es el mirador de Treselcementeriu, lugar al que suelen ir los mayores a dar un paseo, tanto por las vistas como por la facilidad del camino, que se hace en llano. Es un promontorio privilegiado desde el que se avistan los dos valles: el de los Fueyos con la carretera y el de Fresnéu con la capilla de San Antonio.
Son José Manuel Glez., Juan Ramón Glez. Miguel, Aquilino Capellín. Mª Teresa Aladro y Mª Victoria Glez. Miguel, bebiendo su botellín de kas.
La foto está tomada con probabilidad en el año 1979.
Fuente: Aquilino Capellín González, "Quili".
PARAÍNA (III)
19 de julio de 2015
-"Home, ye una obra de romanos"- expresión que Pelayo acostumbraba a utilizar siempre que quería referirse a una obra de enormes proporciones, y expresión que me he apropiado como quien no quiere la cosa. Luego pude comprobar que no exageraba lo más mínimo, y esta vez era Milio Paraína quien me iba explicando henchido de satiasfacción los trabajos y dificultades de la realización y cómo sus amigos habían colaborado codo con codo con él para sacar la piedra, traerla y colocarla.
Y cómo no recordarla satisfacción reflejada en sus ojos vivaces y en su sonrisa imperecedera cuando me enseñó la fuente y la cabeza de "xabalín" por donde manaba el agua, obra de su amigo Tino.
-"Esti hombre faz lo que quiera, ye un manitas".
También me había contado Pelayo lo de tener junto a la cabaña un pozo con bebida, para que cualquiera que pasase por allí pudiera disfrutar de las mismas sensaciones que el dueño. Porque claro, para Milio Paraína aquello si no era el paraíso, era lo más próximo a él que pudiera encontrarse en el planeta Tierra.
Tiempo después, pude verlo con mis propios ojos y disfrutarlo con su dueño. Allí estaba el zulo con vino y refrescos preparado para que cualquiera pudiera servirse.
Una de esas costumbres que seguro estudiarán desde el mundo de la Antropología es lo de los encargos póstumos, que se hacen a los más allegados.A mí mismo me hicieron uno, en otros tiempos en los que era más frecuente. Solía ocurrir cuando la gente se enterraba en las sepulturas de tierra, cuando se encargaba, bien hacer la sepultura, bien llevar a uno a hombros en el último viaje. Milio encargó una cruz de piedra a su amigo Tino. La cruz me encantó por su austeridad. Sin saberlo el autor, no sólo hizo una obra digna, sino que se hizo un retrato a sí mismo. Nadie podrá decir que Tino habla poco, como tampoco habrá nadie que pueda decir que habla más de la cuenta. Esa austeridad es la que tiene su obra. La que tienen las grandes obras.
Cada vez que te visitaba, siempre me preguntabas: "¿Y qué tal los paisaninos?", como si no tuivieras bastante con lo tuyo. Y yo te contestaba lo mismlo que hoy: " Ahí van tirando". Así que continuamos.
Recuerda, querido Milio los versos de Cavafis.Tú ya has hecho el viaje y los demás lo tenemos pendiente. En esa Ítaca nos hemos de encontrar y retomar las cosas donde las dejamos:
Milio Paraína reponiendo la bebida del zulo |
La cruz de Tino: Una obra maestra |
En el lugar de descanso |
Ten siempre en tu mente a Ítaca.
La llegada allí es tu destino.
Pero no apresures tu viaje en absoluto.
Mejor que dure muchos años,
y ya anciano recales en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que te dé riquezas Ítaca.
La llegada allí es tu destino.
Pero no apresures tu viaje en absoluto.
Mejor que dure muchos años,
y ya anciano recales en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que te dé riquezas Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene más que darte.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene más que darte.
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó.
Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia,
comprenderás ya qué significan las Ítacas.
Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia,
comprenderás ya qué significan las Ítacas.
PARAÍNA II
11 de julio de 2015
Hay imágenes que saben resistir la herrumbre de los días. Ésta es una de ellas. Milio Paraína de joven a caballo, tal vez yendo a una fiesta a juzgar por su indumentaria y el caballo tan ajaezado. En aquella época, sólo algunos afortunados iban a las fiestas de otro pueblo a caballo. No sabemos si es el caso, ya que lo normal era hacerlo a pie. Ir así entonces era lo mismo que hacerlo hoy en ferrari rojo. Luego estas aventuras ya formaban parte del acervo de recuerdos y vivencias de cada uno.
Personalmente me gusta verlo así, tan bien, después de haberle escuchado aquellas peripecias de infancia a las que nunca renunció y que en cierta manera forjaron su personalidad. Eran tiempos difíciles para casi todo el mundo y él no fue una excepción.
Fuente: Familia Paraína
PARAÍNA
8 de julio de 2015
Ayer, 29 de junio, día de San Pedro, despedimos a Emilio Suárez Buelga, un amigo a carta cabal. Ya sé que dicho así a muchos les va a costar centrarse y situarlo, dado que este nombre sólo lo utilizaba para los documentos oficiales, que para él no eran los importantes. La mayoría lo conocía como Milio Paraína o simplemente Paraína, que creo que eran los más, porque había convertido su lugar de nacimiento, La Paraína, en el valle de Villoria en mucho más que un apellido.Tan orgulloso se sentía de su origen, que cuando nos contaba a sus íntimos aquellas historias de infancia y juventud que hablaban de tiempos difíciles, lo hacía con aquel brillo en los ojos que siempre le acompañaba cuando hablaba de los temas que le apasionaban. Porque seamos claros desde el primer minuto, si hubiera que buscar una palabra para definirlo era esa, apasionado y pulcro hasta el extremo.Luego, lo de vinos Paraína, qué duda cabe que contribuyó a que ese nombre fuera el que usara todo el mundo.
Su vida se inscribía en una serie de centros de interés que acababan siendo concéntricos y comunicados a medida que se profundizaba en ellos.
Comenzaba por el de los amigos, siendo un hombre que cultivaba la amistad con la misma afición y sentimiento con la que se cultiva una huerta. Eran tan importantes para él, mostraba tal agradecimiento hacia todo, y hacia todos que hacía que nos sintiéramos pequeños y entregados. Sólo exiogía lo que daba a manos llenas:lealtad. Por otra parte, la amistad para él era uno de esos dones inquebrantables y seguros de los que hablaba con pasión y presumía, claro que presumía. Lo decían sus ojos al hablar de "un manitas", y se refería a Tino el de L'Arbeya, "que tienlo todo en la cabeza" y seguía hablando que lo mismo le daba tallar la cabeza de un jabalí en una piedra, en barro o en una pastilla de jabón. Algo así como el que saca algo de un cajón. Lo contaba con tanta pasión y con tanto convencimiento que era una delicia escucharlo, porque lo hacía con la misma admiración que tenía hacia un cirujano o a su amigo el doctor Nieto, que era una eminencia, como nos decía siemptre. Lo que afirmaba el doctor Nieto eran como las palabras del Antiguo Testamento, indiscutibles. En su boca, sus sentencias tenían algo de divinidad. Era como si a partir de lo que el decía se pudiera construir la curación de una enfermedad, como si fueran las indicaciones para hacer un muro de piedra.
Luego estaba la caza, su otra pasión, que le hacía cultivar ese mundo de amigos y aquellos momentos con comilonas en Loncín con Pepe , Pelayo y otros de Caliao y de fuera, donde se trataba de disfrutar de la vida como si la del mundo estuviera tasada y se acabara mañana. Ya cuando luchaba con su enfermedad y estaba mermado de facultades, todavía le pedía a la vida fuerzas para tirar "a un xabalinón" y a medida que estas le iban faltando, ya se conformaba con poder escuchar la cacería por la emisora desde el coche. Me lo contaba con aquella sonrisa y la vivacidad de sus ojos que lo acompañaron siempre, como si por un momento su enfermedad le diera una tregua. Y parecía que lo de la tregua iba en serio.
Y finalmente estaba Espines, su mundo, su retiro espiritual, donde llevaba a los íntimos con el ánimo de que pudieran disfrutar con él y como él de tanta belleza y de momentos tan intensos. De su generosidad habla bien a las claras aquel zulo con bebida que tenía delante de la cabaña para que el caminante ocasional pudiera servirse a su gusto, con el abridor colgado en una punta en un fresno, para que pudiera disfrutar sentado a la sombra del paisaje de postal de la zona, o aquella querencia de dejar trigo en el portal "a les perdicines, haber si se acostumbren a venir, porque préstame veles".
Y cuando íbamos con él, todo era poco para que nos sintiéramos a gusto: su arroz arreglado, el jamón traído de Salamanca expresamente para disfrutarlo con los amigos y aquel clarete de prieto picudo que entraba solo y acabábamos bebiendo más de la cuenta. Y qué decir del orgullo con el que nos enseñaba su cosecha de patatas, lechugas y tomates en el huerto que preparó allí delante, o cómo segaba El Colláu para hacer compost y abonarlo, o improvisar una excursión hasta El Moyón para dar vista a Frieru y El Tozu. Y una y otra vez, cuando nos enseñaba los arreglos que había hecho, que eran muchos, salía Tino y las manos de Tino y el orgullo enorme que sentía por él."Toes les piedres de los muros trajímoslos de estes cuestes".
Luego, cuando tuve oportunidad de conocerlo ya supe que no exageraba lo más mínimo y que sus manos eran las de un artista de esos que no se dan importancia como sucede con los mejores, y que se profesaban una amistad profunda, sincera y antigua.Luego me enteré que aún le dejó algún encargo pendiente, a título póstumo, para que lo fuera haciendo, con ánimos de permanecer.
Y acababa hablando de su amigo Pelayo Portugal "con quien tanto quería" (por citar la frase de Miguel Hernández) y de sus correrías de caza. Y alguien como yo, que tuvo el privilegio y la satisfacción de disfrutar con Paraína de la magia contagiosa de Espines y de escuchar sus relatos, cómo no voy a recordar el orgullo de su cara; de la misma manera que recuerdo la misma chispa de picardía en la de Pelayo Portugal, un narrador tan impresionante, que al igual que los más grandes era capaz de crear mundos propios partiendo de una realidad compartida.
No puedo dejar de mencionar la maravillosa colección "de cayaos" de Emilio Paraína, unos preparados por él, otros mandados a "pinzar con escenas de caza"por otro manitas del valle del Caudal, que acababa regalando a los amigos, o la pasión que le iluminaba la cara cuando hablaba "de los azaos" (hachas), tan cuidados como si alguien fuera a afeitarse con ellos.
Por eso, cuando la enfermedad le estaba venciendo, confesó a sus íntimos que ya tenía ganas de juntarse con Pelayo. Ahora que ya lo han hecho, estarán hablando de sus cosas, vigilando "daqué xabalín" e ideando de forma artera la manera de cazarlo, o tener ojeado "un cayáu" esperando un buen menguante para cortarlo.
Por mi parte, a la entrada de mi casa, sigue estando un cayáu decorado por él, que no me atrevo a sacar por miedo a perderlo. Y esa es una manera de permanecer en la memoria de la gente, o lo que es lo mismo, una manera de seguir vivo.
Como te sigo recordando y sé que descansas en Espines, en lo que fue tu geografía espiritual, me vienen a la cabeza una y otra vez los versos del poeta de Orihuela:
"Volverás a tu huerto y a tu higuera
por los altos andamios de las flores..."
Y parece que están escritos para ti. Estoy seguro que el poeta, a ti y a mi nos perdonará el atrevimiento de haber cambiado dos posesivos en su texto original. No creo que nos considere peligrosos.
Buscaste un buen lugar para descansar, entre el olor sutil de la manzanilla, el pastar tranquilo de las vacas en la campera y el nervioso y vigilante de la caza. Y tú viviendo esas sensaciones con la misma intensidad con la que lo has hecho siempre.
Paraína con un jabalí. |
Su vida se inscribía en una serie de centros de interés que acababan siendo concéntricos y comunicados a medida que se profundizaba en ellos.
Comenzaba por el de los amigos, siendo un hombre que cultivaba la amistad con la misma afición y sentimiento con la que se cultiva una huerta. Eran tan importantes para él, mostraba tal agradecimiento hacia todo, y hacia todos que hacía que nos sintiéramos pequeños y entregados. Sólo exiogía lo que daba a manos llenas:lealtad. Por otra parte, la amistad para él era uno de esos dones inquebrantables y seguros de los que hablaba con pasión y presumía, claro que presumía. Lo decían sus ojos al hablar de "un manitas", y se refería a Tino el de L'Arbeya, "que tienlo todo en la cabeza" y seguía hablando que lo mismo le daba tallar la cabeza de un jabalí en una piedra, en barro o en una pastilla de jabón. Algo así como el que saca algo de un cajón. Lo contaba con tanta pasión y con tanto convencimiento que era una delicia escucharlo, porque lo hacía con la misma admiración que tenía hacia un cirujano o a su amigo el doctor Nieto, que era una eminencia, como nos decía siemptre. Lo que afirmaba el doctor Nieto eran como las palabras del Antiguo Testamento, indiscutibles. En su boca, sus sentencias tenían algo de divinidad. Era como si a partir de lo que el decía se pudiera construir la curación de una enfermedad, como si fueran las indicaciones para hacer un muro de piedra.
Imagen de juventud |
Luego estaba la caza, su otra pasión, que le hacía cultivar ese mundo de amigos y aquellos momentos con comilonas en Loncín con Pepe , Pelayo y otros de Caliao y de fuera, donde se trataba de disfrutar de la vida como si la del mundo estuviera tasada y se acabara mañana. Ya cuando luchaba con su enfermedad y estaba mermado de facultades, todavía le pedía a la vida fuerzas para tirar "a un xabalinón" y a medida que estas le iban faltando, ya se conformaba con poder escuchar la cacería por la emisora desde el coche. Me lo contaba con aquella sonrisa y la vivacidad de sus ojos que lo acompañaron siempre, como si por un momento su enfermedad le diera una tregua. Y parecía que lo de la tregua iba en serio.
Y finalmente estaba Espines, su mundo, su retiro espiritual, donde llevaba a los íntimos con el ánimo de que pudieran disfrutar con él y como él de tanta belleza y de momentos tan intensos. De su generosidad habla bien a las claras aquel zulo con bebida que tenía delante de la cabaña para que el caminante ocasional pudiera servirse a su gusto, con el abridor colgado en una punta en un fresno, para que pudiera disfrutar sentado a la sombra del paisaje de postal de la zona, o aquella querencia de dejar trigo en el portal "a les perdicines, haber si se acostumbren a venir, porque préstame veles".
Con un buen trofeo de corzo. |
Y cuando íbamos con él, todo era poco para que nos sintiéramos a gusto: su arroz arreglado, el jamón traído de Salamanca expresamente para disfrutarlo con los amigos y aquel clarete de prieto picudo que entraba solo y acabábamos bebiendo más de la cuenta. Y qué decir del orgullo con el que nos enseñaba su cosecha de patatas, lechugas y tomates en el huerto que preparó allí delante, o cómo segaba El Colláu para hacer compost y abonarlo, o improvisar una excursión hasta El Moyón para dar vista a Frieru y El Tozu. Y una y otra vez, cuando nos enseñaba los arreglos que había hecho, que eran muchos, salía Tino y las manos de Tino y el orgullo enorme que sentía por él."Toes les piedres de los muros trajímoslos de estes cuestes".
Espines: Su lugar del alma, el sitio elegido para descansar |
Y acababa hablando de su amigo Pelayo Portugal "con quien tanto quería" (por citar la frase de Miguel Hernández) y de sus correrías de caza. Y alguien como yo, que tuvo el privilegio y la satisfacción de disfrutar con Paraína de la magia contagiosa de Espines y de escuchar sus relatos, cómo no voy a recordar el orgullo de su cara; de la misma manera que recuerdo la misma chispa de picardía en la de Pelayo Portugal, un narrador tan impresionante, que al igual que los más grandes era capaz de crear mundos propios partiendo de una realidad compartida.
No puedo dejar de mencionar la maravillosa colección "de cayaos" de Emilio Paraína, unos preparados por él, otros mandados a "pinzar con escenas de caza"por otro manitas del valle del Caudal, que acababa regalando a los amigos, o la pasión que le iluminaba la cara cuando hablaba "de los azaos" (hachas), tan cuidados como si alguien fuera a afeitarse con ellos.
Paraína y su mundo: Los cayaos. |
Por eso, cuando la enfermedad le estaba venciendo, confesó a sus íntimos que ya tenía ganas de juntarse con Pelayo. Ahora que ya lo han hecho, estarán hablando de sus cosas, vigilando "daqué xabalín" e ideando de forma artera la manera de cazarlo, o tener ojeado "un cayáu" esperando un buen menguante para cortarlo.
Por mi parte, a la entrada de mi casa, sigue estando un cayáu decorado por él, que no me atrevo a sacar por miedo a perderlo. Y esa es una manera de permanecer en la memoria de la gente, o lo que es lo mismo, una manera de seguir vivo.
Como te sigo recordando y sé que descansas en Espines, en lo que fue tu geografía espiritual, me vienen a la cabeza una y otra vez los versos del poeta de Orihuela:
"Volverás a tu huerto y a tu higuera
por los altos andamios de las flores..."
Y parece que están escritos para ti. Estoy seguro que el poeta, a ti y a mi nos perdonará el atrevimiento de haber cambiado dos posesivos en su texto original. No creo que nos considere peligrosos.
Buscaste un buen lugar para descansar, entre el olor sutil de la manzanilla, el pastar tranquilo de las vacas en la campera y el nervioso y vigilante de la caza. Y tú viviendo esas sensaciones con la misma intensidad con la que lo has hecho siempre.
COBAYOS
14 de junio de 2015
En la vida de cualquier persona, siempre hay lugares llenos de vivencias que acaban siendo emblemáticos. Uno de estos lugares en mi vida es Cobayos. Quiero pensar que a lo largo de la historia también lo ha sido para otra gente. Basta señalar que la "cabana" era la única con "fornu" de "tou el Valle Isornu; y con "trébede", esta y la de Solavega. La de Cobayos es más antigua. Encontramos "reteyando una teya" del siglo XVIII, de mil setecientos y pico, que hablaba del cargo de tejas que había hecho uno de Caliao (con /i/ ).luego están los recuerdos asociados a la vida de la gente que tambien frecuentaba estos lugares...
Hoy nos asomamos al Cobayos de siempre, gracias a unas fotos que me manda Adolfo de la nevada de febrero de 2015.
El Yanu Cobayos, sacado desde"el senderu, hacia la faya de la sebe". Al fondo, El Torombecu, y presidiéndolo todo, el picu La Frayada.
Para ver más fotos del mismo tema, mirar la entrada cde este blog "Nieve, nevadas" de fecha 16/02/2015
Fuente: Adolfo
El Yanu Cobayos, sacado desde"el senderu, hacia la faya de la sebe". Al fondo, El Torombecu, y presidiéndolo todo, el picu La Frayada.
El "campellín de Cobayos" con sus dos centinelas: El "texu" a la izquierda y el "xerrón" a la derecha.
Debajo la cabaña de Adolfo, lo que otrora fueran los poblos de Celedonio Aladro, "Coto".Para ver más fotos del mismo tema, mirar la entrada cde este blog "Nieve, nevadas" de fecha 16/02/2015
Fuente: Adolfo
ROPA TENDÍU
13 de junio de 2015
Ropa tendíu, así, sin metafonía vocálica, porque en el habla de Caliao no existe. Ropa tendíu que es lo que aparece en primer término en esta imagen. Lo demás ya depende de la sagacidad de quien mira.
Una mirada podría ser una imagen más o menos bucólica de una zona rural de Asturias, dado que los "horros y paneres" así lo atestiguan.
Otra mirada más profunda queda reservada para los que conocieron y aún vivieron esta realidad. Son gentes nacidas o criadas en Caliao, o que en todo caso lo conocieron así, tienen recuerdos intensos, y la imagen deja de serlo para convertirse en "vivencia". Aquí radica toda su fuerza: cada persona que está en esta segunda opción, no solo ve, sino que "se ve" caminando sus caminos y potenciando la foto.
Permítaseme el uso del pleonasmo, por más que suene burdo. Ya sé que los de Caliao prefieren decir "andando caminos", que es tanto o más poético. Lo que no dicen y hasta les molesta, es el término "caleyando", tan exitoso en general en Asturias. Y todo porque somos celosos de lo nuestro en general y de nuestra lengua en particular, a sabiendas de que no usamos el término "caleya/es", que para nosotros es despectivo. Tenemos acotados sin embargo los de "caleyu" y "caleyón". Otra palabra que nos horroriza por lo mismo es la de "aldea". Preferimos el término "pueblo", mucho más profundo. Somos orgullosos y estamos orgullosos de ser "de pueblu".
Sólo quisiera puntualizar lo que llena la panera de delante de lo que era la casa de Enrique Calvo y la falta que hace, ahora que se ha venido abajo. El resto de cambios, para aquel lector que como yo se ha criado al amparo de la Vega Isornu, serán fáciles de encontrar. Es un juego, sí, pero de todos es sabido que al género humano le gusta jugar porque el hombre es jugador por naturaleza.
Fuente: Francisco Poli, "Fran", desde el WatsApp
Fuente: Francisco Poli, "Fran", desde el WatsApp
SIGUEN LOS CAMBIOS
12 de junio de 2015
Siguen los cambios. Ya está abierto el bar de Chona y Luis Aladro ya edificó el garaje contiguo. Santiago Poli, por su parte, también ha edificado "lo del güertu". El "muru" de La Plaza se ve hecho, aunque faltan las casas de Toribio, la que se edificó en "el güertu de les perales" y la de Emilio Poli.
Ya se perciben algunos vehículos. Comienza la modernidad.
Ya faltan "los lleñeros".
COMIENZA EL CAMBIO (AÑOS SESENTA)
10 de junio de 2015
Por más que ya es una foto que tiene sus años y es capaz de llevarme a aquellos lejanos días de infancia, ya muestra el comienzo del cambio. Un comienzo incipiente, sí pero un comienzo en definitiva. Vemos la casa de Toribio y Chona tal como fue en un principio, con la parte de abajo como cochera para aquel legendario camión mixto que recorría las ferias y mercados de la zona, cargando los días de peripecias y recuerdos.
Tal vez sea de 1962 o algún año más. Lo rigurosamente cierto es que cuando Toribio modernizó "el mixto" bajamos a verlo en un recreo de la escuela...(¡Qué tiempos aquellos tan llenos de independencia en la escuela, en contraposición con el proteccionismo actual!) y seria hacia el 64 o el 65.
Con eso y con todo es una imagen terriblemente rural, que aún mostrando lo más moderno que es La Plaza, podemos verla con los "lleñeros apilaos", sin mencionar las casas que hoy están construidas y que entonces ni siquiera habían llegado a la fase de proyectos, tal vez ni a la de deseos.
Ni un solo vehículo, para hablar de modernidad.
Fuente: Juan González, "Juanín", desde el WatsApp
Fuente: Juan González, "Juanín", desde el WatsApp
EN SOPUERTES
6 de junio de 2015
Creo que esta imagen ya figura en otra parte de este blog. No importa mucho, porque me sigue gustando.Esto sí que son paisajes con figuras, como aquel viejo título del programa de la tele. Los de Caliao cuando viajaban, al llegar aquí ya se sentían como en casa. Aquí se abre el valle y los ojos de quien regresa ya domina un territorio conocido. Es la curva de Sopuertes.
En cuanto al paisanaje, son Tino Portugal,el de Fauustino;Basilio González, el de Felipe y María; el Quicu Guspriz, ¿? a caballo en el burro; Juan Antonio Glez., el de Juan de Felicidad; y Santiago Poli Miguel, el de Mariquina.
Fuente: Marisa Poli
AY EL YANÓN, EL YANÓN
5 de junio de 2015
Si hay lugares que pasan a ser de referencia en la memoria colectiva, por haber sido a través de los tiempos lugares de encuentro, uno de ellos es sin duda El Yanón, en la mayada de La Robre, en el Puertu de Contorgán de Caliao. Todos los que lo pisamos alguna vez, lo tenemos grabado en la memoria. Casi es imposible que sea de otra manera, porque es un lugar que se constituye en lugar de paso, de encuentro o de descanso. El ideal para "echar un bocáu" en la fuente de El Recuestu mientras se disfruta de la visión que ofrece todo el puerto, que se extiende ante nuestros ojos como un tapiz, empezando por la mayada de El Castiellu, en primer término.
LLenan la imagen de contenido Santos Gonzalo, fumando, en estado puro; Emilio Poli, Lorenzo Fernández, el de Ángel de Marcelino; Fructuoso Pérez, "Fruto" y sentadas, tal vez Lucinda la de Pepe, la allerana y Antona la de Félix, que luego emigró a Buenos Aires.
Completa la estampa "el burru atáu al piornal justu onde arranca el senderu pa La Piornosa".
Me resulta imposible pensar en Santos Gonzalo, sin recordar aquellas palabras suyas que tenían mucho de profecía:" ... Y que tenga yo que dexar de venir a esti monte que tantu me dio ...". Y lo decía con lágrimas en los ojos, porque siempre se emocionó con facilidad.
De Antona, basta recordar que siempre tuvo mucho trato con "en cae güela Aurelia de Riellames". Por eso iba con frecuencia tanto a casa como al portal de Tresculo, donde tanto se reunía la gente.
Completa la estampa "el burru atáu al piornal justu onde arranca el senderu pa La Piornosa".
Me resulta imposible pensar en Santos Gonzalo, sin recordar aquellas palabras suyas que tenían mucho de profecía:" ... Y que tenga yo que dexar de venir a esti monte que tantu me dio ...". Y lo decía con lágrimas en los ojos, porque siempre se emocionó con facilidad.
De Antona, basta recordar que siempre tuvo mucho trato con "en cae güela Aurelia de Riellames". Por eso iba con frecuencia tanto a casa como al portal de Tresculo, donde tanto se reunía la gente.
Fuente: Marisa Poli
UN MERCAÍN LEJANO
Lejanos días aquellos en los que el "Día del Mercaín" era una fiesta para Caliao y para los pueblos de alrededor.La economía del año dependía en gran medida de ese día. La ganadería como monocultivo y vivir exclusivamente de ella. Podemos ir más allá y afirmar que el "Mercaín" marcaba los precios de los "xatos pasteros" de toda Asturias. Era una jornada de convivencia en la que se encontraba todo el mundo; uno de esos días señalados en rojo en el calendario, un día distendido. Porque entre otras razones era ésta una fiesta estacional, acabada la hierba, encauzado el año.
El "mercáu" celebrado en El Llerón, me lleva a mis días de infancia, cuando venía la "ablanera y el helaeru y pa los rapaces también era una fiesta".
El tráfico de la carretera queda bien definido por toda la gente que permanece en la ella, ajena a todo. El único vehículo que aparece, casi camuflado entre la gente, es una bicicleta. Es un documento lleno de información: las tierras de La Puente sembradas a maíz, lo mismo que las de Cortines. Así era la vida y así la refleja la imagen.
En el centro de la imagen, Victoriano Poli y Ramiro Díaz, el de Manolina. Delante de ellos David, el de La Felguerina. A la derecha Juan de Benito, como un "dandy", habla con alguien que no identificamos.
Fuente: Marisa Poli
OTRO DÍA DE SANTA CRUZ
4 de junio de 2015
Otro día de Santa Cruz tan lejano, que ni siquiera mis ojos son capaces de reconocer lo que se representa, porque algunas cosas las estoy viendo por primera vez.Siempre conocí "el molín cerráu", de cuando la Cooperativa. También a mí me tocó ir a moler como a los de mi generación en aquel "molín" de dos tiempos.
Por tanto ver la imagen de la etapa anterior es toda una sorpresa y si me apuran viene muy al caso, ahora, precisamente ahora que están reformando cubierta y paredes de la iglesia.La piedra del fondo, encima del "escalonín" y desde donde estaba la zona de tiro de la bolera, sí la recuerdo perfectamente, aunque ahora ya no esté allí.
En cuanto a la gente, puedo identificar a Jesusa Alonso que lleva la santa. Delante de ella a su misma mano intuyo que es su hermana Raquel. Justamente delante de ella creo que está Benito Miguel y , a su misma altura junto a la panda, creo que David , el del Xastre.Dos lugares detrás del miembro de la guardia civil, identifico claramente a "mio güelu" Manuel de Lalo, de camisa blanca, que a mis ojos es capaz de llenar todos los pasados, todos los futuros. Para seguir identificando gente tengo dificultad. Espero que quien pueda aportar algún dato lo haga y salve del olvido algo tan importante que está en el ADN de quienes hunden sus raíces en la historia de Caliao.
Es curioso todo lo que son capaces de aportar estas imágenes al modo de entender la realidad y la religiosidad. Todos los hombres "descubiertos" en señal de respeto. Como dije en alguna otra ocasión, estas imágenes tienen tanta fuerza que me recuerdan los cuadros de N.Piñole, uno de los más grandes pintores asturianos.
Fuente: Marisa Poli
Fuente: Marisa Poli
MUJER CON GATO (16/05/2015 )
31 de mayo de 2015
"Mujer con gato" (1875) es un óleo de Renoir. Me gusta más este otro, que también quiero que lleve ese título porque es mi madre y tiene mucha más ternura que el del pintor francés.
Una tarde plácida, junto al portal de casa. Viendo esta imagen, al menos yo, sé que tengo que dirigir todas las miradas hacia dentro, como también sé que tengo las claves para interpretarlas.
MUCHOS AÑOS DE CALIAO (17/05/2015)
30 de mayo de 2015
Muchos años de la vida de Caliao se recorren por las venas de esta gente. Casi asusta la cantidad, porque si no eché mal la cuenta o no me equivoqué en algún dato, suman la friolera de 425, más de los que tiene de vida El Quijote (la primera parte publicada en 1605 y la segunda en 1615), nuestra novela más universal y la segunda más leída de la historia de la Literatura, después de la Biblia.
La imagen está tomada en la cocina de Consuelo Calvo el 17 de mayo del año en curso, día en el que celebraban el 81º cumpleaños de Rosal y vinieron a hacerle una visita. Una visita de lujo.
Son de izquierda a derecha, Zulima González (84), su hermana Rosalina (81), Nicanor Aladro (92), Consuelo Calvo (88) y Angelita González (80).
Mirando la foto con detenimiento, es imposible dejar de pensar que lo que en ella se refleja es Caliao en estado puro. ¡La cantidad de vivencias que son capaces de guardar los que en ella aparecen!
UNA HISTORIA DE LLOBOS
28 de mayo de 2015
Decir por ejemplo que este es un paisaje que no existe, que es Socoballes, delante de lo que era el Hotel Balcón del Nalón de Nicanor Caballín y que ahora está cubierto por las aguas del pantano, por la Presa de Tanes, es mostrar la realidad tal como era.
Tampoco vive Domingo Calvo Testón,"el alimañero", protagonista de esta historia quien supo hacer de su pasión un modo de vida. Como siempre, la imagen de un lobo cazado por él, al que le han colocado una presa en la boca, una cabeza de otro animal, con la idea de mostrar que es un gran depredador, que ello está en su naturaleza. Todos los elementos de esta fotografía (paisaje, hombre y lobo) no son elementos extraños a la memoria de mucha gente de Casu, sobre todo a los que tienen una cierta edad. Y no solo eso, van los tres de la mano, como algo inseparable. Tal vez sea esta la razón que me lleve a escribir una historia de llobos que bien podría ser un relato de ficción, aunque no le hace falta, sabedores todos que la realidad supera a aquella con suma facilidad. Procuraré ser fiel a las palabras oídas y trascribiré los hechos con la mayor exactitud que me sea posible y el máximo respeto al lenguaje.
Tampoco vive Domingo Calvo Testón,"el alimañero", protagonista de esta historia quien supo hacer de su pasión un modo de vida. Como siempre, la imagen de un lobo cazado por él, al que le han colocado una presa en la boca, una cabeza de otro animal, con la idea de mostrar que es un gran depredador, que ello está en su naturaleza. Todos los elementos de esta fotografía (paisaje, hombre y lobo) no son elementos extraños a la memoria de mucha gente de Casu, sobre todo a los que tienen una cierta edad. Y no solo eso, van los tres de la mano, como algo inseparable. Tal vez sea esta la razón que me lleve a escribir una historia de llobos que bien podría ser un relato de ficción, aunque no le hace falta, sabedores todos que la realidad supera a aquella con suma facilidad. Procuraré ser fiel a las palabras oídas y trascribiré los hechos con la mayor exactitud que me sea posible y el máximo respeto al lenguaje.
Todo comenzó en el Puertu de Contorgán de Caliao, como tantas otras veces.
_ "Domingo puenxo una garduña a los llobas en La Requexaína. Como no había onde atála, amarróla a un soroyu. Cayó una lloba y tiró abaxu, hasta la riega, onde trabó. Parió ena garduña y comió toes les críes menos una, a la que no alcanzó.
Cuando encontré a Domingo que baxaba del monte - me cuenta Serrano Aladro- díxome:
_ "Domingo puenxo una garduña a los llobas en La Requexaína. Como no había onde atála, amarróla a un soroyu. Cayó una lloba y tiró abaxu, hasta la riega, onde trabó. Parió ena garduña y comió toes les críes menos una, a la que no alcanzó.
Cuando encontré a Domingo que baxaba del monte - me cuenta Serrano Aladro- díxome:
- Mira lo que trao equí.
Y ensiñóme la cría de llobu que traía detrás de la camisa, en pechu, al calor del so cuerpu, como el que trae una alhaja. Cuntóme la historia de cómo había hayáu a la lloba ena garduña y que la había matáu a cayaazos. Después hayó al llobatu que traía tres la camisa y díxome que lu iba a criar a la mano".
Y así fue como nació la historia de "Baldroguín" el llobu que Domingo Calvo crió como a un perru y que puebla no pocas fotografías de la época, en un intento baldío de desafiar las leyes de la naturaleza. Todo fue bien hasta que "Baldroguín " sintió la llamada de lo salvaje, el instinto que anidaba en sus genes y atacó a quien lo había criado. Me cuenta la historia Domingo Blanco Blanco, 74 años (28/08/1940), de Buspriz, otro apasionado del monte y testigo directo del suceso.
"Aquel día andábamos a la maera pa Domingo, Mario Alonso Toyos, el de Encarnita, que era de Rioseco y yo. Arrastrábamos la maera col burru que tenía Domingo, el Jacinto. Habíamos acabáu y llegamos a La Puentepiedra, a so casa y sacómos Florinda una botella vinu y unes mazanes de mingán. Mentres les coíamos, Domingo dixo que iba a buscar al llobu a encima la llosa, onde lu tenía atáu. Acabamos apriesa, porque Mario había andáu de talanquera el día antes y tenía gana de ise. Yo baxé hasta el puente y estaba en chigre de Julio y Pilarina cuando sonó un tiru. En estes estábamos cuando baxó Florinda llamádome a voces pel nombre pa que subiera. Crucé el puente en un alíu y cuando llegué estaba Domingo Calvo sangrando pelos brazos y con un zarpazu ena barriga y el llobu dando enviones cola cabeza pa llavantase, como atrofiáu. Había tiráu-y un tiru de posta menudu. Mandóme rematalu y fécilo con un tiru de bala ena oreya, cola escopeta del 20. Más tardi esfollélu como me mandó y comiérenlu en Rioseco en cae La Gochera.
Después ya me cuntó Domingo lo que había pasáu. Baxaba col llobu de ramal y al paecer el llobu baxaba de mal coyón y dio-y un mordiatu equí, ena pulpa de la pierna (y señala con su mano mientras habla, los gemelos de una pierna). Domingo dio-y un cadenazu y el llobu llavantóse y tirose a elli de pie. Domingo sujetólu pel collar y peles narices mentres que Florinda-y daba fozazos pel llombu que non-y facín nada.
_Vete pola escopeta - mandó-y Domingo- que se podió desfacer del llobu lanzándolu p'alantre y agarrando la foz que dexó Florinda. El llobu fu tres ella hasta la puerte casa, pero cuando la vio descolgar la escopeta dio la vuelta. Fu en esi momentu cuando Domingo agarró la escopeta y tiró-y el tiru de posta.
Cuando llegué, Domingo estaba arrimáu al varganal. Estaba sangrando munchu y mandóme rematalu.
Yo baxé en bicicleta a Coballes a buscar a don Manuel, el médicu. Don Manuel subió a La Puentepiedra y volvió a baxar con Domingo en so coche a curalu a Coballes porque tenía munchu, y en so casa de La Puentepiedra non se arreglaba."
Fuente: Marisa Poli
"Aquel día andábamos a la maera pa Domingo, Mario Alonso Toyos, el de Encarnita, que era de Rioseco y yo. Arrastrábamos la maera col burru que tenía Domingo, el Jacinto. Habíamos acabáu y llegamos a La Puentepiedra, a so casa y sacómos Florinda una botella vinu y unes mazanes de mingán. Mentres les coíamos, Domingo dixo que iba a buscar al llobu a encima la llosa, onde lu tenía atáu. Acabamos apriesa, porque Mario había andáu de talanquera el día antes y tenía gana de ise. Yo baxé hasta el puente y estaba en chigre de Julio y Pilarina cuando sonó un tiru. En estes estábamos cuando baxó Florinda llamádome a voces pel nombre pa que subiera. Crucé el puente en un alíu y cuando llegué estaba Domingo Calvo sangrando pelos brazos y con un zarpazu ena barriga y el llobu dando enviones cola cabeza pa llavantase, como atrofiáu. Había tiráu-y un tiru de posta menudu. Mandóme rematalu y fécilo con un tiru de bala ena oreya, cola escopeta del 20. Más tardi esfollélu como me mandó y comiérenlu en Rioseco en cae La Gochera.
Después ya me cuntó Domingo lo que había pasáu. Baxaba col llobu de ramal y al paecer el llobu baxaba de mal coyón y dio-y un mordiatu equí, ena pulpa de la pierna (y señala con su mano mientras habla, los gemelos de una pierna). Domingo dio-y un cadenazu y el llobu llavantóse y tirose a elli de pie. Domingo sujetólu pel collar y peles narices mentres que Florinda-y daba fozazos pel llombu que non-y facín nada.
_Vete pola escopeta - mandó-y Domingo- que se podió desfacer del llobu lanzándolu p'alantre y agarrando la foz que dexó Florinda. El llobu fu tres ella hasta la puerte casa, pero cuando la vio descolgar la escopeta dio la vuelta. Fu en esi momentu cuando Domingo agarró la escopeta y tiró-y el tiru de posta.
Cuando llegué, Domingo estaba arrimáu al varganal. Estaba sangrando munchu y mandóme rematalu.
Yo baxé en bicicleta a Coballes a buscar a don Manuel, el médicu. Don Manuel subió a La Puentepiedra y volvió a baxar con Domingo en so coche a curalu a Coballes porque tenía munchu, y en so casa de La Puentepiedra non se arreglaba."
Fuente: Marisa Poli
JUAN PORTUGAL MIGUEL (16/01/1925 - 26/05/2015)
Ayer 26 de mayo, Caliao despidió a Juan Portugal Miguel, uno de los suyos, un hijo de esta tierra.Tal vez esta imagen sea una de las últimas, tomada a finales de marzo, que nos lo muestra tal como era, en la cocina de su casa.
Era uno de los últimos de aquel numeroso grupo de coetáneos nacidos en 1925. Quedan Juan Ramón Gonzalo en hombres e Isabel Calvo y Olga Fernández en mujeres.Los ciclos de la vida se hacen inexorables y con cada pérdida me queda una sensación de derrota, como si esta tierra lo fuera cada vez menos.Todos ellos forman parte de la vida colectiva y también con rotundidad de los recuerdos de cada uno. Por eso creo que todos sentimos que El Raposal ya no es lo mismo sin él; por más que los que quedan quieran cerrar el hueco de quien falta como en las guerras de la antigüedad, como los hoplitas griegos. Pero el grupo será cada vez más pequeño, y esa es una verdad tan incuestionable como hiriente.Parece que cuando se van, llevan consigo un trozo de este pueblo.
Podemos afirmar que Juan fue un hombre con suerte, que pudo vivir en su casa de principio a fin, "facer la so vidina", como me decían sus hijos, mientras las piernas fueron capaces de sujetar su cuerpo y finalmente, poder morir en su cama. Mientras pudo, gustó de salir todas las tardes a dar su paseo, "a quita-y un piazu al día". Primero lo hacía hasta el Pandón, donde estaba su sobrino Roberto; más tarde, cuando ya no podía igual iba hasta Coliglesia y finalmente ya se quedaba en La Sevillana, en la tertulia de donde lo de Urci, siempre acompañado por los suyos.
Estuvo muy bien cuidado. De ello se encargaron sin desmayo sus hijos Juan Antonio y Mª José que hicieron todo lo humanamente posible para que tuviera una vida plena sin que le faltara de nada. En lo demás ya no pudieron hacer más de lo que hicieron."El alma sólo es de Dios", afirma con rotundidad P. Calderón de la Barca en La vida es sueño. Como quiera que lo miremos los designios de la vida nos son ajenos, no nos pertenecen.
"Venimos colos dis cuntaos", repite como un mantra mi padre a todo aquel que quiera escucharlo.Y es verdad.
Descanse en paz.
Fuente: Juan Antonio Portugal Fernández
CON ANDAMIOS ( MAYO DE 2015)
16 de mayo de 2015
Con andamios se ve la iglesia de Caliao. El Principado de Asturias, por medio de la Consejería de Cultura, es quien aporta la subvención para llevar a cabo la rehabilitación de la cubierta. Es necesario decir que la iglesia ha sido declarada BIC (bien de interés cultural). Hasta ahí todos de acuerdo. La discrepancia llega cuando nos enteramos que ha sido declarado BIC todo el núcleo urbano, así, sin preguntar a nadie. Hubo quien me dijo que "salió en el BOPA y si no lo leéis es cosa vuestra. Podíais haber hecho alegaciones".
Es cierto que los de Caliao solemos ocuparnos más bien de las vicisitudes del día a día, y entre ellas no está leer el BOPA, como no es menos verdad que nos gusta, en la medida de lo posible, ser dueños de lo nuestro como lo fuimos de manera secular, cuando los designios de este pueblo y su modo de gobierno, se llevaba a cabo en los "conceyos", usando la aquella vieja fórmula de las antiguas ordenanzas para comenzar los escritos: "Reunidos los más y de más claro entendimiento, a toque de campana tañida...".
Y francamente que nuestros antepasados lo hicieron bien. Su legado es inmenso.
Pues bien con esta nueva figura proteccionista, lo que se consigue es añadir más prohibiciones a las prohibiciones, no más ayudas.
Recuerdo aquellos años del cambio, en los que mi generación creía ingenuamente que iba a construir un mundo mejor y más justo (era el final de la década de los setenta y los primeros años ochenta), aquellos en los que leí unas definiciones de "democracia" y "dictadura" del filósofo español Fernando Sabater que me impresionaron y decían así:
Democracia es el sistema político donde todo está permitido salvo lo expresamente prohibido.
Dictadura es el sistema político donde todo está prohibido salvo lo expresamente permitido.
Pues eso, que aquí la moda es prohibir. Los modos de vida tradicionales están en entredicho y que cada cual lo califique como le dé la gana.
LA XUNCLERA
Una buena nevada, con aquellos carámbanos que nunca suelen faltar. Es una imagen antigua, imposible datarla, pero con seguridad de más de trienta años. Lo más claro entre tanta blancura es que quien tomó la instantánea, lo hizo desde "detrás de los postigos de la acera de cortes de la telefónica, después de dar la curva de la Riega Tía Florana". A fecha de hoy ha habido muchos cambios en lo que refleja la imagen.
Aparece La Xunclera tal como era. el LLavaeru de Solxerru y el tejado de lo de "Los Andreínos", en lo que a día de hoy sería Tierra del Agua y arriba a la derecha, "el tendiyón de Les de Ángel de Consuelo".
Fuente: Marisa Poli
PAISAJES DE OTRO TIEMPO (H: 1953)
15 de mayo de 2015
Ver una imagen así es constatar que esos paisajes son de otro tiempo, paisajes que ya no nos pertenecen.
Desde que el hombre lucha con la piel de la tierra en un territorio tan hostil como el de Caliao, siempre fue maquillando su superficie para hacerela más habitable, para que cada nueva generación encontrara parte del trabajo hecho. Solo en estas circunstancias cobra sentido la frase tan nuestra de que "el que trabaya, trabaya pal mundu". Esta foto nos muestra una tierra donde la mano del hombre la hizo tan agradable a la vista que este paisaje que tenemos ante los ojos es uno de esos que se hicieron acreedores de ser patrimonio de la humanidad, con tanta verdad como que ya lo es de los recuerdos. Se invirtio la tendencia. La gente se está muriendo y el paisaje da cuenta de ello. Da gusto ver esta Ería de Veneros, segada hasta Val de la Teya y Solforniellu,"coles sebes espodaes". Afirman los de Caliao y lo hacen con razón, que no hay nada que "pradie tantu como la gadaña".
En primer término Luis Aladro y Emilio Poli. La foto debe estar tomada desde el Picu La Corona o desde la Collada Guñu.
Presta ver les tierres sembraes a maiz de La cantera o Cortines y sobre manera, el prau de La Llamarga de en Cae Agostín," segáu enteru y que que hoy está fechu un burdiu".
Fuente: Marisa Poli
Fuente: Marisa Poli
LLEGANDO A LA GALANA
12 de mayo de 2015
Donde la fuente La Galana, da la vuelta la procesión. Es un sitio que se me antoja mágico, cargado de personalidad. Como lo que queda de la procesión a lo largo del tiempo es la gente, pues vamos a detener el tiempo con la gente.
Jesús el de Manolita, Aladino Glez, Manolita, Mercedines y Chona, en primer término. Leontina y Nati, detrás.
Anita Alonso Gao, Desiderio Fdez., José Luis Gonzalo, Emilio, Margarita Calvo y Álvaro Gonzalo, entre otros.
SANTA CRUZ 2015
9 de mayo de 2015
Esta vez Santa Cruz se celebró el día 9 de mayo. No recuerdo que se hubiera celebrado tan tarde nunca, mayormente porque esa fecha corresponde al Día de la Feria en Campo de Caso y Caliao siempre fue y tuvo vocación ganadera.En la actualidad las ferias se van diluyendo y aunque sigue viniendo mucha gente, ya tienen poco qué ver con su origen. Casi no hay "ganáu".
Estos son diversos momentos de la procesión. Llevan el santu Jorge, Arturo, Juan Ramón y Juan Manuel.
Otros momentos de la procesión, con El Campanariu al fondo.Y la gaita, siempre la gaita con el tambor, sin los cuales la fiesta no se parecería a una fiesta.Con el tambor Eva Aladro.
Son momentos guapos, que invitan al recogimiento y a la unión entre la gente.
Estos son diversos momentos de la procesión. Llevan el santu Jorge, Arturo, Juan Ramón y Juan Manuel.
Otros momentos de la procesión, con El Campanariu al fondo.Y la gaita, siempre la gaita con el tambor, sin los cuales la fiesta no se parecería a una fiesta.Con el tambor Eva Aladro.
El ramu de pan que luego se va a subastar. Lo llevan Margarita Prado y Beatriz Calvo, delante y Marina con Ana Mª Prado, detrás.
Son momentos guapos, que invitan al recogimiento y a la unión entre la gente.
ANGELINES Y AMABLE (2014)
7 de mayo de 2015
Era el 8 de septiembre de 2014, día de la Virgen de Ricao en Caliao. Ellos son los hermanos Angelines y Juan Amable Calvo Aladro, la una viviendo en Gijón de manera habitual, el otro en Tampa (Florida ) en USA, tan lejano. En cambio la imagen es en el lugar de encuentro, en la misma tierra que les vio nacer.
En principio parece una foto más. Fijándonos un poco, tiene mucho de alegoría: Un "pegollu de un horru de piedra" como fijación a la tierra, como algo totémico, como los menhires primitivos. El horru se une a la tierra, levantándose de ella, por cuatro pegollos, cuatro pilares que lo sustentan. Aquí los pegollos unen dos mundos.
RECORDANDO A EMILIA GONZALO GONZÁLEZ
4 de mayo de 2015
Cultivé en vida una amistad franca con Emilia Gonzalo, "Milia la de Rosendo" para los de Caliao. La admiré mucho entonces y lo sigo haciendo ahora. Siempre me pareció una persona extraordinaria, que nunca dejó de impresionarme, con aquella memoria tan supoerlativa, tal vez la mayor y más capaz que el tiempo me vaya a permitir conocer. Y después tan ocurrente.
No sé por qué razón me acuerdo ahora de ella y ma apetece escribir. Siempre me pareció una jugada del destino, que en aquel empobrecido principio del siglo XX en Caliao (hablamos de 1913), hubieran nacido dos de las mentes mas claras que haya dado este pueblo, y separadas por un camino, la quintana de Llamapodre. Estoy hablando de Milia y de Oliva Armayor, aunque creo que alguien me dijo que Oliva era de un año antes o de un año después. Lo mismo da. En todo caso creo que merece la pena recordar que hubo una maestra que se encontró con ellas en la escuela y habló con sendas familias sobre la conveniencia de que siguieran estudiando, algo que sucedió en el caso de Oliva, llegando a ganar una cátedra de Literatura en Madrid, amén de un importante trabajo de investigación con un puñado de artículos publicados en el RIDEA y que fueron pioneros de las publicaciones de y sobre Caso. No sucedió lo mismo con Milia, pese a tener un potencial tan enorme.
Era una delicia estar con ella porque siempre acababa por sacar de aquella cabeza tan lúcida algo que era capaz de asombrar al interlocutor. Recuerdo una vez en la que se quejaba contra mí de algunas cosas trágicas que que habían marcado su vida y me espetó aquellos versos, sacados de quién sabe donde:
"Ojos míos no lloréis,
lágrimas tened paciencia
que quien vaya a ser desgraciado,
desde la cuna comienza."
Ya era muy ocurrente su padre, Rosendo Gonzalo. Nos recordaba mi madre este fin de semana, en una ráfaga de lucidez, aquella vez en la que iban a comer y Milia habría dicho "que no tenía fame" porque habría fideos y no serían santo de su devoción; alo que le replicó su padre como un fulminante: "Come más la to sin fame, que la fame de un rabañu".
AÑORANZAS Y PAISAJES
3 de mayo de 2015
Es el reencuentro con paisajes y personas ya contados, descritos de forma oral. Paisajes y personas de alguna manera conocidos, idealizados las más de las veces, añorados al fin , donde se funde lo propio y lo ajeno. Cuando uno se adentra en esos mundos creados por la literatura, paisajes que pasan a existir con tanta fuerza como los reales y los compara con estos otros paisajes narrados, se ve como diferencia más potente que aquellos son estáticos, inamovibles, en llos que la vida se sucede sin cambios y éstos, absolutamente cambiantes. Probablemente el Caliao que encuentran Angélica y Avelino, los hijos de Avelino Armayor, se corresponda poco con aquel Caliao que les contó su padre.
Vuelven a los orígenes y sin embargo se encuentran con un choque brutal entre lo escuchado y lo visto. O tal vez no, y ese cambio tan impresionante, que en realidad es el choque entre dos modos de vida, solo lo percibamos los que estamos aquí, cosidos a esta geografía.
En todo caso, ellos están aquí, seguramente dando vida a los recuerdos yb poniendo cara a mucha gente conocida y sin rostro. Cuentan con dos "Cicerones" inmejorables, Francisco Poli y Marisa Poli, pues ambos conocen de primera mano las dos orillas del Atántico, que no es otra cosa que conocer las dos caras de la emkigración. Ambos vivieron una parte de sus vidas como emigrantes en el Gran Buenos Aires, ambos han vuelto a sus orígenes. por tanto los menjores tanto para contar como para entender.
En un rincón de Caliao donde están "fendiendo llena", preparando "un tarmeru" para el invierno.
Son Angélica Armayor, Marisa Poli, Carmen Bosio con su marido Avelino Armayor y Francisco Poli Miguel.
Los mismos protagonistas con el fondo de "la muria del güertu de Amor Aladro", la hija de Celedonio Aladro, "Coto".
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