EN TIERRA DE LLOBOS (I I I )

 Habrá que buscar un equilibrio entre las posturas, sin que ninguna tenga que salir perjudicada, un equilibrio entre lo ecológico y lo económico

 Y aquí entra el hombre, que debe ser el encargado de mantener  y proteger tanto el equilibrio como los legítimos intereses de todos.Pero seamos claros, en el momento presente, el que está en peligro de extinción es el que vive en los pueblos. Está en situación de desventaja y aunque suene a perogrullo,  estaría bien que al menos le dieran lo que en justicia  merece y aún así seguiría en el bando perdedor.

Porque los lobos, como cualquier carnívoro, tienen que comer y para ello matar. Esto es lo que queda de un ternero de cuatro meses, aunque también los buitres colaboraron a mantener limpia la carroña. ¿A quién le importan los días que su dueño lo anduvo buscando?¿ Qué más da si la vaca pierde el ubre? Demos al César lo que es del César y al ganadero lo que le corresponde.