En aquel tiempo una escena como esta era normal. Ahora resulta de todo punto imposible. Es algo que pertenece al pasado de manera irremediable. Todo el mundo iba a buscar "felechu", porque se necesitaba "munchu cuchu". Recuérdese el refrán: "Dios y el cuchu dan munchu, pero sobre tou el cuhu".
Se sembraban muchas parcelas, todos sembraban alguna a maíz, aparte de que se sembraban muchas a patatas. Por tanto el "felechu y el estru" eran muy codiciados, hasta el punto que "el felechu se tenía que descotar (autorizar su siega) a toque de campana tañida por el alcalde en junta pública en un amanecer de septiembre.A eso se le llamaba "descotar el felechu". Todos los vecinos estaban a la espera cuando llegaba la época y hacían cábalas. Cuando sonaba la campana, cogían una guadaña y "asucaben una felechera", las menos costosas para los que primero llegaban." Mio padre segó munchos años el vallín hasta llegar al Colláu la Vediya".Pero un año se decidió que aquello fuera permanente. Cada vecino acotaría la "felechera" que le hubiera tocado en suerte con estacas para segarla cuando le viniera bien en lo sucesivo.Fue hacer esto y dejar de segar felechu.En esta foto está Juan Jose Cabeza Calvo (Juanjo) a la izquierda y su primo Miguel Ángel "delante les vaques del xugu cola guiyada". El carru ya está "desasobeáu". Detrás está una panera que no fue capaz de aguantar las embestidas del tiempo y se vino abajo, la misma de la que Juanjo Cayó de la "tenobia" y rompió una pierna, creo que la tibia y el peroné. Recuerdo que corría por aquellos caminos llenos de piedras con las muletas, tanto como nosotros sin ellas...y no me parece que hubiera caído nunca. Eso sí, se le metió un caramelo detrás de la escayola y cuando se la quitaron tenía una llaga enorme. Es lo que se diría una herida de guerra.
Fuente Jesusa Alonso
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