Juntarse con unos amigos para cenar y charlar un rato es un privilegio que nadie en su sano juicio puede rechazar. El lugar fue en Linares, en lo de Avelino, y el promotor fue Toribio Traviesas de El Burgosu, en La Felguerina. Como cabía esperar, el encuentro fue distendido, familiar, de esos donde uno se siente a gusto, bien acompañado y con todos los ingredientes para disfrutar de manera franca y serena.
La mano es la de Agustín Glez. Supongo que ya estaríamos tomando una copa en esa fase de la comida en la que arreglamos el mundo, aunque veamos con rabia y desesperación que al otro día por la mañana sigue como estaba. O sea igual de mal.
De izquierda a derecha y a continuación del dedo que debe ser el de Agustín, podemos ver a Toribio Traviesas y al otro loado de la mesa, Graciano Aladro, Ángel Sancha, Mario Traviesas y Luis Sancha.
De izquierda a derecha Mario Rguez. Prida de La Felguerina (Un hermano de Inés y Constante, que vino de Buenos Aires a reencontrarse con sus raíces), Agustín Glez., Toribio Traviesas, Luciano Santos Calvo y Arturo Aladro. En la esquina inferior derecha, asoma Luis Sancha.
Los mismos protagonistas, con Óscar Aladro Calvo, de Brañafría, que se une al grupo al fondo.
El ambiente de camaradería queda plasmado bien a las claras en esta imagen. Las caras lo dicen todo. El cordero, que estaba exquisito, con ser importante, ya queda en segundo plano.
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