Otoño. Una tarde lluviosa y fuego en el "llar" de cada casa. La nieve que acomete una y otra vez, bajando la cota, acercándose a las casas.El fuego en los hogares se convierte en protagonista. Las hojas, como pájaros del viento, surcan el aire en un destino incierto. Paso po0r la fuente de "Tengüeyu" y no puedo evitar la tentación de traerme el paisaja conmigo a casa. Verdes, marrones y amarillos; paisajes llenos de agua.
Huellas en el barro y huellas efímeras de una estación que se deshoja, una estación que sólo pretende ser fiel a sí misma.
1 comentarios:
Toda una paleta,para cualquier pintor,precioso.
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