CALIAO EN EL CORAZÓN

27 de febrero de 2013

La metáfora en Caliao es una forma de expresión habitual y poderosa. No en vano crecimos y crecieron oyendo aquello de que "no hay peor desgracia que nacer en mala tierra"; expresión que a su vez escondía el ansia de volver de los que se fueron o cuando menos todo el poder de añoranza y evocación que sus raíces ejercían sobre ellos. En este orden de cosas debemos entender que aquellos que volvieron de vacaciones a sus orígenes, aprovecharan su estancia para ir a beber a determinada fuente, para apaciguar algo más que la sed. Yo diría que para saldar una deuda con los recuerdos y las vivencias de antaño; para llenar un hueco de ansiedad que supera con mucho las necesidades físicas.
En este contexto, llega José Díaz, se enamora de la zona, compra y arregla una cabaña en La Fresnosa (¡Qué paradoja, de La Fresneda a La Fresnosa!) y viene, porque se obliga a sí mismo, todos los viernes con su cámara de fotos a capturar momentos, luces, miradas, instantes. Luego están todos sus minutos de ocio que también emplea escudriñando todos los rincones o buscando con machacona insistencia la mirada poderosa del lobo en libertad. Su último libro, "Sentidos", nos habla de lo que entra por los ojos, pero también de los sentimientos, o sea, de lo que entra por el corazón. Como lo dedica en su integridad a Caliao y a sus gentes, necesitaba saltar el océano y establecer una suerte de vasos comunicantes con los sentimientos de los que están en el otro lado, pero compartiendo lo mismo.Es la misma raíz por más que las ramas crezcan a uno y al otro lado del mundo. Cada imagen de ese libro, vista desde allí con los ojos de alguien que pasó su infancia en Caliao, con los de la "boca negra", cobra un sentido distinto, tal vez universal sin pretenderlo.No vamos a hablar del periplo para que cruzara el Atlántico, porque esa es otra historia en la que emplearon todos sus esfuerzos Ani y el mismo José Díaz. Como siempre ocurre, los resultados favorables parece que borran de un plumazo los esfuerzos para conseguirlos; aunque yo espero que éste sea el comienzo de una comunicación fluida de intercambios, ya que lo que aquí fluye es la vida. Y la vida llama a la vida.
En esta instantánea, lo tiene en las manos José Gonzalo, Pepe el de Antón. Desde esta ventana le mando un abrazo y nuestro más sentido pésame por la muerte de su hermano Amaro. "Yo non me vo, echáesme" dijo Amaro a los de casa cuando tomó el rumbo a la emigración. ¡Tan fuertes eran sus anclajes a su patria chica! Y claro está, les partió el alma.
 Fuente: Ani 
www.josecaleao.com/
josecaleao.blogspot.com/

6 comentarios:

Pepe el de Anton dijo...

Muchisimas gracias por el hermoso libro que me trajo Ani,pasamos una tarde maravillosa,llena de recuerdos.Eternamente agradecido a Jose Diaz,Miguel Aladro,mis primos,mis amigos y Ani.Un abrazo a Bienvenido,Serafina y Consuelo.Los veo en este blog tan lindo que creo Miguel,y me emociono mucho.

Juan Miguel Aladro dijo...

Gracias Pepe por tus comentarios y tu cercanía, por más que la distancia sea grande. Aquí en Caliao, tu tierra, te queremos mucho porque eres uno de los nuestros. Un fuerte abrazo de Serafina, Bienvenido,tus primos, Consuelo (que me sigue hablando con frecuencia de ti y de tus andanzas por La Robriella), mío, de José Díaz y casi me atrevo a decir que de todos los del pueblo.

José Díaz dijo...

Mucha gente cercana, se extraña que me haya embarcado en la costosa aventura de escribir mis libros, invirtiendo en ello muchísimos esfuerzos y todos mis ahorros, sin conseguir, aparentemente, demasiado a cambio. Yo, sin embargo, estoy francamente orgulloso y satisfecho de haberlo hecho, pues he conseguido a través de ello, encontrar mi lugar en el mundo. Caleao es hoy mi primera casa y allí me siento más querido que en ningún otro sitio. Tengo que agradecer a todas y cada una de las personas de Caleao, el generoso trato que constantemente me dispensan, especialmente a Pepin, Enedina, Juanjo, Miguel, Arturo, Consuelo, Nicanor, Olga, Oliveros, Nati, Sar, Arcadio, Lelia, Juan, Rosita...
Es francamente emocionante, sentir que mis libros contribuyen a reducir, de alguna forma, la gran distancia que a los emigrantes separa de su tierra natal.
Muchas gracias a todos por haberme obsequiado con tan gratos y emotivos momentos. Sigo en deuda con todos vosotros.

José Díaz dijo...

Me olvidaba de darte muchísimas gracias, amigo Miguel, por tus bellas palabras.

Juan Miguel Aladro dijo...

Querido José, a mí no tienes que darme las gracias.Es el pueblo de Caliao quien tiene contraída contigo una enorme deuda de gratitud. Si hubiera buscado un embajador, alguien que lo representara con dignidad, ni en sueños hubiera encontrado a alguien tan entregado ni que ejerciera esa labor con tanto méritocomo lo haces tú. Y todo ello porque tú tambien te sientes de esta tierra, la quieres, y todo lo que haces lo haces basándote en algo tan imperecedero como es la amistad. Tus libros "Mi cabaña, mi mundo" y "Sentidos" dan buena fe de ello.
Gracias por todo.

fabian dijo...

Departe de oscar fernandez calvo,gracias al sr. jose diaz por ese hermoso libro que le ha enviado con un gran recordatorio por intermedio de ana maria , tambien muchisimas gracias, y a vos miguel por hacer que caleao estea tan pero tan cerca a pesar de estar lejos.Abrazos y saludos desde argentina.