Los paisajes de Caliao, tan cambiantes, tan sugerentes están continuamente reclamando miradas distintas: a lo próximo, a lo lejano, al interior, y entonces están llenas de vivencias... Y son estas últimas las que llenan de sentido todo. Pueden ser miradas con los ojos cerrados y aún así estarán pobladas de todos esas veces en que han sido pisados, solos o en compañía.Estarán llenos de recuerdos. Entonces se da uno cuenta que ciertos paisajes forman parte de uno y en cierta manera también uno forma parte de ellos. Esto último en Caliao es más verdad que en otros sitios porque fueron generaciones y generaciones modificando el paisaje, siguiendo los ciclos naturales y haciéndolos más atractivos a la vista.Sin ello todo sería distinto. Un paisaje reclama sus jardineros y los de mi pueblo , hasta la fecha , se han empeñado en serlo.
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