Caliao fue y sigue siendo un pueblo ganadero, como tantos otros asentados en la montaña astur. Por tanto no es de extrañar que gran parte de la vida gire en torno a " les vaques". Cuando veo imágenes como esta recuerdo los versos que un antiguo profesor de Literatura ( Saturnino Alonso Requejo, Remolina. León) escribió pensando en su padre que era pastor trashumante:
"Un cordel heredó y una cañada,
pastos para el ganado y su querencia;
una guadaña en celo, enamorada.
Pastor de la pezuña y la inocencia".
Los Aladro no fueron pastores en sentido estricto, pero sabían de pastos y pezuñas tanto como los que más. En cuanto a las guadañas les dio tiempo a sacar un doctorado de los de Sobresaliente "cum laude".Los del mundo del flamenco, para hablar del arte de los suyos emplean la expresión "tener duende". Los de Caliao para lo mismo hablan de "tener una gracia". Mi padre y mis tíos tenían "una gracia especial pa la gadaña (guadaña), eren muy bonos segaores".
En esta fotografía mi padre está bastante más joven.
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