Según vamos llegando, la gente se toma los vinos de rigor mientras nos saludamos y vamos poniendo la mesa. Hay que decir que no es fácil juntarnos porque cada uno tiene su propia historia.
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En el centro de mesa se nota que hubo una mano femenina |
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Y la mesa va cambiando según se van añadiendo las viandas, al mismo ritmo que cambia el apetito de los comensales. |
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