Manolín de Prieres era uno de esos personajes célebres que hay en todos los pueblos. Bien por su ingenuidad, bien porque a veces sus respuestas ante una situación no eran las esperadas, siempre anduvieron en el difícil equilibrio entre la risa fácil y la supervivencia. Se ganaba la vida con trabajos ocasionales:ayudar en las tareas agrícolas y ganaderas, "fender lleña"...
Los "rapazones" (mozos) de entonces se corrieron buenas juergas a cuenta suya, de las que él no era del todo ajeno.
Aquí aparece subido en un burro, creo que de Juan de Portugal. Domindo Calvo Testón, "el alimañero", que vivía en Puente Piedra, debe ser quien le sujeta la cabezada.
Fuente: Manolín Poli.
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