JOSE DÍAZ MARTÍNEZ

27 de diciembre de 2013

José Díaz es uno de esos entusiastas de la naturaleza, un fotógrafo extraordinario, que descubrió Caliao y quiso ir a la raíz, allí donde confluyen el paisaje y las gentes, donde se mimetizan como si fueran uno solo, dándose sentido mutuamente y quiso ser uno más. Eso únicamente te se consigue cuando todo lo que haces es un acto de entrega, de respeto, de admiración, dejando una puerta del alma abierta para que la esencia de ese mundo entre dentro de ti, haciéndote distinto, llenándote como cuando uno se impregna de un perfume. Por todo ello fijó su casa en La Fresnosa, con la naturaleza en estado puro entrando por todos sus poros. Fue de esta forma como se convirtió en el mejor embajador de este paisaje, contra viento y marea, sin ayudas externas, asumiendo cruzadas sin otros límites que su patrimonio personal. La celebración de los solsticios es una buena muestra como también lo son sus publicaciones:  "Mi cabaña, mi mundo" y "Sentidos" o ese empeño de llevar nuestra Reserva de la Biosfera, al reciente encuentro de Salamanca, estando a la misma altura que el Ártico y los otros sitios emblemáticos del planeta.
Pero, sobre todo y por encima de todo, Jose Díaz o Jose Fresnosa para los de Caliao, es un amigo.Y eso como cualquiera puede entender para mí pesa en su currículum mucho más que un Premio Nóbel. Encontrarme con él es sinónimo de una charla larga si tenemos tiempo, toda una fiesta.

josecaleao.blogspot.com
www.josecaleao.com

SOLSTICIO DE INVIERNO 2013

26 de diciembre de 2013


 La celebración de los solsticios es un idea de Jose Díaz, un entusiasta de la naturaleza que escogió Caliao como la patria desde la que observar el mundo. Después de la celebración del SOLSTICIO DE VERANO en La Fresnosa, epicentro de su mundo, con tanto exito, no dudó en atreverse con el de invierno, a sabiendas de que era una apuesta muy arriesgada. En el fondo se trata de hacer una invitación a los sentidos y para sentir, toda la agudeza que pierde uno de ellos, la ganan los otros. Siempre es así. 
En esta imagen, Jose, al fondo,  parece queno ve, que no oye; se abandona y siente, eso sí, con el verbo en mayúsculas, porque todos sus sentidos, su alma entera, están enfocados hacia el interior, hacia el disfrute, en ese estadio que rara vez se consigue, parecido al éxtasis.



 La musica la pone un cuarteto de la OSPA: un violín, una viola, un violonchelo y un clarinete.


 Estaba previsto que el concierto se celebrara en La Collada'l Tayu, entrelas hayas silentes, pero la nieve decidió acudir tammbién sin invitación y hubo que hacer un cambio de planes, bajando un poco por la ladera, hasta Loncín. Hermosísima atalaya la escogida.Protegida del viento, "soleyera", resguardada... Aún así, hacía frío poniendo en el nivel más alto el esfurzo de los músicos.

Estar allí, donde los sonidos de la naturaleza se mezclan con los de una orquesta sinfónica, incluyendo ese silencio sostenido que sólo puede proporcionar la nieve, obligando a mirar el paisaje de otra manera, es un pequeño milagro. Por supuesto que quienes se obligan a sí mismos a caminar para estar allí, cuando vivimos en una sociedad en la que queremos que el dios-coche llegue con nosotros a todos los sitios, son gente con una sensibilidad especial, con una forma particular de enfocar la vida, de entender el mundo. 
La imagen está llena de contrastes. La aguda calidez del violín con el fondo fío de la nieve, los colores de la música frente al blanco, el marco que tenemos en nuestra cabeza asociado a la música con el de la naturaleza tal como es.

PARA LA TERNURA SIEMPRE HAY TIEMPO

24 de diciembre de 2013

"Para la ternura siempre hay tiempo".
Voy a robar aquel título famoso del disco de Victor Manuel, porque me parece que aquí se entiende bien, de la misma manera que robé este instante a los protagonistas. Son Nicanor y Consuelo una tarde de invierno, junto al fuego. Ella, ajena a todo, comiendo una manzana. 


Si vieran la foto, seguro que no les iba a gustar nada. Pero bueno, como ya he dicho, se trataba de robar una imagen y un momento; un chispazo de vida arrancado a una vida con la singladura trazada.

UNA TARDE DE NOVIEMBRE

23 de diciembre de 2013

Es una tarde de noviembre. Fuera hace frío por lo que se busca el calor del hogar. En la cocina hablan de temas triviales, dejan que la vida se deslice como si fuera por unos raíles, como si tuviera vida propia. Como si el mundo fuetra ajeno. Que lo es desde aquel título tan afortunado de Ciro Alegría. "Ancho y ajeno"  nos dice con indudable acierto.


 Y sin embargo alguien trae unas patatas para pelar. La vida siempre llanma a la vida.
Mis padres hablan con Enedina, la prima de mi madre, y Rosa Pilar que está de espaldas. Se hacen visitas mutuas, como ellos dicen "pa quitar un piazu a la tardi".

VINIENDO DE BUSCAR GORBIZOS

22 de diciembre de 2013


El abuelo de Ani, Jesús Ruiz, en Veneros, bajando con unos gorbizos. El "gorbizu" esun tipo de brezo, un arbusto que se usaba para atizar la lumbre, lo mismo que otro, "los tirones". Ambos son considerados patrimonio del pobre, hasta el punto de que para denotar que alguien se cree lo que no es, se utiliza la expresión, "se cree el dios de los gorbizos". En la actualidad ya no se utiliza este tipo de combustible.
Fuente: Ana Mª Fernández Ruiz

TAL VEZ LUIS PIÑERA ALADRO

20 de diciembre de 2013

Y entonces uno abre un cajón y la foto está allí, ni se sabe cómo, lo mismito que el dinosaurio de Monterroso. Es una foto pequeña, recortada a tijera de otra más grande, de esas que se utilizaban como tarjetas postales para enviar a la familia desde el lugar donde cada cual había ido a buscar fortuna, desde el país de acogida en ese proceso tal vez nunca cerrado de la emigración, un trozo de papel del que asoman retazos de caligrafía insegura, probablemente de algún niño o niña que hoy ya no lo es. 
Y un país que uno escogió o que lo escogió a uno para morir. Un lugar para morir, sin duda. Se toma la foto en la mano, cargada de años , con esa pátina amarilla que sólo el largo tiempo es capaz de bruñir en el papel, la mira y cree que es Luis Piñera Aladro, a quien nunca conoció, un pariente del que siempre oyó hablar, un primo de su padre, pero a quien únicamente vio a través de otra foto. Pide entonces ayuda entre quienes lo conocieron y se encuentra que también el tiempo juega una mala pasada a los interlocutores, perjudicada la vista y los recuerdos. Aún así sigue con la primera certidumbre, a riesgo de equivocarse, a sabiendas que siempre habrá alguien que aporte luz a las sombras. Es un no resignarse a que esa foto se convierta en sombra de la nada. Sigue queriendo que uno que nació en Caliao, que manchó sus pies con el mismo barro con el que los mancharon las generaciones que vinieron detrás, siga vivo aunque sólo sea en la memoria de alguien. Que los lanceros del olvido sigan velando sus armas, que esperen.

25 AÑOS DE TRABAJO

19 de diciembre de 2013

Cuando hablamos del factor tiempo, y más si la secuencia temporal es larga, tenemos que tener en cuenta que es algo relativo y que la visión personal de la misma va a depender en gran medida de la satisfacción con la que cada persona lo haya vivido.En este caso hablo de los 25 años de trabajo, dedicación y servicio de una amiga, Ani Fernández Ruiz, que además de ejercer la medicina en Buenos Aires, lo hace ejerciendo de embajadora de estas lejanas montañas del concejo de Caso y de sus gentes. Hablo de la tierra de sus raíces, Veneros y Caliao. Sólo con una fuerte vocación de servicio se puede llenar tantas expectativas a los pacientes, se pueden allanar tantos caminos y se pueden "vivir" esas satisfacciones que se encuentran en el propio trabajo, capaces de ocultar el cansancio y de generar esa pasión para seguir en la brecha como el primer día.
Además conociéndola, sabemos que es capaz de esto y de mucho más, siempre con la máxima entrega, siempre con la mayor dignidad.



Homenaje a los 25 años de servicio en el Hospital Garrahan de Bs. As., organizado por la Dirección de Representación del Paciente. Con motivo del mismo les hicieron entrega de una medalla y de un Diploma de Honor.
En la foto con Nancy Boada, compañera de Terapia Intensiva, con quien compartió un grupo de pacientes.

Con Patricia Constanzo, una amiga farmacéutica, que tuvo un problema muy grave de salud y que recibió un autotrasplante de médula. En esta foto se puede apreciar el Aula Magna.
El nacimiento de un libro, como el de cualquier nacimiento, es algo emocionante. Pero nadie mejor que Ani para contarlo con sus propias palabras:
 
" La foto del Vol 1 de los Criterios de Atención del Htal Garrahan. La de pelo corto rubia es Norma Delgado. La tapa lleva la pintura de un niño que estaba postrado en cama y lo pintó con ayuda de las Maestras Hospitalarias que le alcanzaban los colores y los rodillos. Los 2 libros en su interior tienen ilustraciones de los chicos del hospital, realizados con esta finalidad en talleres organizados por la Escuela Hospitalaria."

 Y como todos sabemos, ningún parto lo es por generación espontánea, también quiero que sean sus palabras las que nos hablen del proceso creativo:

"En esta aula magna en una oportunidad hablé de mi abuelo Jesús Ruiz y de las montañas de Asturias. Resulta que cuando estuve con mis tratamientos de quimioterapia, interferón y anticuerpos monoclonales no me convenía entrar a la Sala de Internación, donde trabajaba en aquél momento. Entonces, el Director de Atención Médica de aquel momento, el Dr Alberto Alvarez, me encomendó una tarea que era juntar todo lo que había suelto en el hospital sobre Normas de Atención y me dio una caja llena de papeles. Empecé a trabajar, lejos de los enfermos para no pescarme ningún bicho, y entre papeles. Luego armé un grupo (pequeño inicialmente, más grande después) con el cual trabajé. La cuestión es que los papeles se fueron transformando poco a poco en un libro que llamamos en vez de Normas, Criterios de Atención. No lo escribíamos nosotros sino que se lo pedíamos a los que más sabían de los diferentes temas. Y sin darnos cuenta empezamos a hacer el trabajo de editores del libro, a corregir manuscritos, pedir a los autores que aclararan alguna parte, etc. La tarea fue ardua pero muy útil para el hospital y para fuera del mismo. Cuando terminamos el primer volumen, brindamos, sencillamente, en el grupo y con los que nos habían ayudado. Yo, qué pude haber llevado para brindar, amigos? Sí, sí! Sidrina! y dije que una hija de asturianos no podía brindar con otra cosa que no fuera sidra. Así fue como me enteré que el Dr Alvarez era asturiano, nacido en Luarca y que había venido de muy pequeño (qué chico es el mundo). Les adjunto una foto de aquel momento del Vol 1. Estoy con Norma Delgado, por aquel entonces Jefa de Nefrología, también descendiente de asturianos, con una tía Pilar en Gijon y a quien creo muy capaz de visitar algún día Caleao.
  Después del Vol 1 hubo un Vol 2, muy rico en temas y ya más perfeccionado que el primero. Muy ardua la tarea, parecía que no terminábamos más."

EN CALIAO Y COL FUEU (II) (DICIEMBRE DE 2013)

11 de diciembre de 2013


Si buscamos una imagen para representar el " estar agustu", creo que nos vale ésta. Calor humano, calor del "fueu", momentos propicios para la charla distendida, sin prisas, momentos para el recuerdo  y la confidencia. Todo sencillo e íntimo, como suele acontecer con lo impagable.
"Les piedres del llar que puenxo mio tiu y que venieren de Tanes, como casi toes les de Caliao", piedras con un veteado natural que siempre me cautivó a mí... Pero lo verdaderamente importante es la presencia de mio tiu Salvaor, tan mayor, tan entrañable, tan lleno de todo.


Padre e hija juntos, al amor de la lumbre y con el amor que expresan sus caras. Yo sé lo que se quieren. Recuerdo algún comentario dramático de mio tiu cuando Josefina tuvo algún problema de salud y por eso puedo afirmar que su vida es ella. No obstante viendo el sosiego de esta imagen, me parece que no se puede añadir nada, que la propia imagen lo dice todo.


Tres de los Aladro de La Carrera que en el mundo han sido disfrutando del momento. Por utilizar una expresión del habla de Caliao "más contentos que un perru con pulgues".
Somos Josefina, mio tiu Salvaor y yo en la cocina de su casa, hablando de las cosas pequeñas, de nuestras cosas, esas que al final resultan ser las importantes.

EN CALIAO Y COL FUEU (DICIEMBRE DE 2013)

9 de diciembre de 2013

El pasado puente de La Constitución, estábamos en Caliao. Hacía frío y como siempre se hizo desde que el mundo es mundo, la gente se recoge junto al fuego, "col fueu", que es el lugar entorno al cual gira la vida en todas las casas.
Había venido"mio tiu Salvaor" y bajamos a verlo. Todo un placer  encontrarlo allí, tan bien, llenando la cocina, su cocina y sé de lo que hablo. Tiempos hubo en los que me contó que la hizo él, sin más planos que lo que abarcaba su mirada, siguiendo la idea que anidaba en su cabeza. Ellos hablan de "tener idea" y de "ser ideáu" sin saber de la profundidad del concepto. Lo dicen así, como si fuera simple y en realidad están hablando de la aprehensión inmaterial de las cosas, de lo trascendente, de lo perdurable. Por eso cuando hablo de "su  cocina", yo sé que lo hago en toda la amplitud posible del término.

Encontrarme con "mio tiu Salvaor", es en cierta manera hacerlo con los orígenes.Es el quinto hijo de mis abuelos Manuel y Teresa y sus 96 años son capaces de aportar todo un universo de vivencias, de matices. Su venerable presencia es capaz por sí sola de dar sentido a la historia, a la de todos, pero sobre manera a la nuestra. Las preguntas fundamentales de la vida del hombre cobran sentido con su sola presencia.
Es tan cierto como inevitable que en una reunión así se hagan notar mucho las ausencias, porque según en que ámbitos, los moradores de nuestros paisajes interiores, permanecen siempre. Ya forman parte de esos lugares y van a seguir formando parte al menos mientras permanezcamos quienes los conocimos ahí.
En la foto, de izquierda a derecha, Rosa Pilar, mi prima Josefina, mio tiu Salvaor  y Juan Antonio, el marido de Josefina. Como me presta verlos aquí, sonriendo y disfrutando del momento.

CON FUNDAMENTO

28 de noviembre de 2013

Cuando llega noviembre y empieza a apretar el frío, el cuerpo también comienza a pedir comidas más contundentes. En este orden de cosas, una fabada poderosa puede zanjar la cuestión. 

  
Y es aquí donde entran en valor las sabias manos de Leontina Calvo. No descubro nada al afirmar que para la cocina hace falta tener "un don", haber nacido con el talento necesario o la intuición precisa para poder hacer las cosas "a ojo" y que esa improvisación desemboque en los tiempos precisos, en las cantidades necesarias para que todos los sentidos confluyan en un todo armónico. Leontina tiene ese talento y no rehuye en absoluto hacer a cualquiera partícipe de los secretos de sus fogones, de esos trucos imprescindibles para que un neófito pueda salvar su honrilla.








 Pero claro suele pasar lo mismo que si se le pidiera a un jilguero los trucos para cantar y éste tuviera el don de la palabra. Nos diría:"Es muy fácil. Yo hago así...". Luego, al intentarlo, cada cual se da cuenta de sus limitaciones.
Que les fabes estén enteres, que estén suaves como la mantequilla, que no se les encuentre la piel, que estén bien sazonaes..., de eso ya entendemos todos, yo el primero. Por eso puedo afirmar y afirmo que éstas cumplían todos estos preceptos y mucho más. Estaban exquisitas. Toda una fiesta para el paladar.

 Lo primero que dice un profesional de la cocina y con ello comulga cualquier lego, es que se debe empezar por una buena materia prima. La de la imagen lo era. Creo que sobran los comentarios. Todo el "compangu" preparado en casa.
Debemos apostillar que muchos cocineros quedan en la sana teoría y se mueren de viejos sin haber conseguido por sus propios medios un manjar como el presente.


Y por último los comensales: Leontina, Arturo, Armando, su nieto Pedro y Rosa Pilar.Todos en la cocina de Leontina en un día de noviembre de 2013.

DESDE EL APRECEORIU (NOV. 2013)

25 de noviembre de 2013

 Uno de esos paseos placenteros que ofrece Caliao, es ir hasta La Campa'l Riu. Es muy sugerente porque siendo fácil de caminar (la altitud que se gana es muy pequeña) ofrece miradas muy diferentes. No es casualidad que unas cuantas mujeres, ya metidas en años, lo elijan para dar un paseo.

Y claro, llegando a El Apreceoriu, nadie es capaz de resistirse a hacer una parada y contemplar la el pueblo, la actividad más o menos intensa de sus moradores, las novedades; ya que se ofrece a nuestra vista como un lienzo colgado de una pared. Y además, ofrece una vista general del valle, ese fondo de saco que acaba guardado por sus montañas circulares que la dlo defienden como si fueran centinelas. 
Esa fue la ventaja que supo forjarlo a través de la historia como un pueblo con una fuerte personalidad en  la misma medida que tuvo que sufrir un aislamiento secular. Lo uno bueno para conservar con orgullo sus tradiciones, su modo de vida ancestral; malo en cambio para abrirse al mundo. Aún le cuesta y en esas estamos.


MIRADAS POSTALES

21 de noviembre de 2013

Miradas para los que están cerca, miradas para los que están lejos. Paisajes vividos y paisajes añorados.


 Miradas cómplices al fin y al cabo de quienes recorren la geografía física y la espiritual al mismo tiempo, incapaces de separar paisajes y recuerdos.




 Días de otoño. Sabores antiguos de castañas asadas y voces cercanas de los que están ausentes.


La nieve en lo alto, con su manto espeso, que viene para quedarse. Unas pinceladas frías en los colores cálidos.

UNA TARDE LLUVIOSA

 Otoño. Una tarde lluviosa y fuego en el "llar" de cada casa. La nieve que acomete una y otra vez, bajando la cota, acercándose a las casas.El fuego en los hogares se convierte en protagonista. Las hojas, como pájaros del viento, surcan el aire en un destino incierto. Paso po0r la fuente de "Tengüeyu" y no puedo evitar la tentación de traerme el paisaja conmigo a casa. Verdes, marrones y amarillos; paisajes llenos de agua.


Huellas en el barro y huellas efímeras de una estación que se deshoja, una estación que sólo pretende ser fiel a sí misma.

OTOÑO 2013

Puntual como todos los años, fugaz como el paisaje de un beso, llega el otoño. En la primera quincena de noviembre hay unos días en los que todo se llena de color, todo un regalo para los sentidos. A donde quiera que se dirija la mirada, todo parecerá digno de una postal.


Es el momento en el que cada hoja caída se representa a sí misma y llega queriendo representar a todas las del bosque

EN TIERRA DE LOBOS

4 de noviembre de 2013


Para que no haya ninguna duda de quién es el señor de estos puertos, aquí estás sus huellas. Es el lobo ibérico. Sus huellas nos indican que no hace mucho que cruzó por aquí. Aún no se ha aclarado el agua que se acumula en ellas. Seguramente nos estará mirando desde algún alto, sigiloso, con ojos sombríos; a nosotros y al ganado. Es una guerra eterna y desigual que sufren los ganaderos. Que sufren y pierden porque tienen todas las de perder; aunque haya quien piense lo contrario. 
Sus voces cada vez tienen menos ecos y acabarán por apagarse. Y con ellas una determinada manera de entender el mundo. Es cuestión de tiempo, de poco tiempo.

GEOGRAFÍA DE UN PAISAJE

A veces, uno tiene la sensación de que ciertos paisajes esconden todo un mundo de fantasía. Es como el marco narrativo de un cuento. A mí me pasa con el que sigue.

 Siempre me gustaron los hayedos por la limpieza del sotobosque que permite ver todo el paisaje en su integridad, con las formas caprichosas de los troncos, con los musgos dando fuerza a lo que te entra por los ojos y te transporta a otra dimensión.

 Todo parece encantado, pero no tanto. Los sonidos del bosque  llenan todos los silencios e invitan a sentir la vida en cada paso. Todos esos sonidos que son una parte de la vida que encierran y transmiten

El sustrato acolchado formado por el humus de las hojas de las hayas que el viento ha ido sedimentando año a año, contribuyen a añadir fantasía  a lo que se siente.Es una sensación placentera el sonido de las hojas secas al contacto con nuestros pies.

 Y cada paso sonoro viene acompañado por el presentimiento de que algo va a suceder. Estamos en el sendero hacia la majada de La Robre, después de haber dejado atrás El Collaín, sin llegar a La Portiella.

 Cada curva parece que va a ser la última. Uno siente que se va a abrir el paisaje ante nuestros ojos como cuando en el teatro "se abre el telón". Y de pronto sucede. Hay otra luz y otro cielo aunque no sea infinito.
 Un paisaje asentado en la memoria, un paisaje que nuestros pies pisaron en más de una ocasión; un paisaje capaz de evocar recuerdos muy diferentes.

Son Los Canteciellos y el Monte La Soterraña, vistos desde El Vallín de Treslacueva.

LOS ARRUDOS: MIRADAS REPETIDAS (EL RÍO)

3 de noviembre de 2013


 Da gusto asomarse desde arriba y ver el  agua del río correr ajena a todo. Este año, por primera y únioca vez en mi vida, pude contemplar el río con toda el agua, como siempre debió suceder.  Pude tener esa dicha porque estaban arreglando la traída de aguas de La Fontona a Gijón en el Sifón del Alba, concejo de Sobrescobio y por tanto el agua de La Fontona pudo seguir su camino natural.



No sé el año exacto desde el que se lleva el agua. Yo no había nacido. Ahora bien, lo que sí puedo decir porque estos datos están al alcance de quien quiera mirarlos, es que la toma se realizó en una dictadura y que las circunstancias fueron tan poco claras que el pueblo de Caliao se sintió estafado y quiso reclamar sus derechos en los tribunales, pero al parecer "se perdieron los papeles" y se siguió la política de los hechos consumados.



No es un tema baladí. Un tercio de la ciudad de Gijón bebe de este agua, con una concesión de 300 l./s.
Tomando la calculadora, salen 25 920 000 l., que ya son litros. Como quiera que sea, tanto en términos económicos, como por cuestiones que atañen a la ecología, a mí me gustaría que el agua siguiera su camino como siempre. Dicho con palabras de los de Caliao, "que vaya'l riu per encima les piedres" y emplean esta expresión para referirse a las cosas que son como son aunque haya gente a los que no les guste.



No puedo evitar recordarlos versos de aquel poema de amor de Agustín García Calvo, que musicó con tanto acierto Amancio Prada. Puede referirse a esto que estamos diciendo y decirlo de una manera muy bella:

"Libre te quiero
como arroyo que brinca 
de peña en peña,
pero no mía.

... .... ...

Pero no mía,
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera." 



LOS ARRUDOS: MIRADAS REPETIDAS (LOS DENTALES)

2 de noviembre de 2013

Uno de los sitios que más me gustan cuando subo el desfiladero de Los Arrudos  son Los Dentales.


Los Dentales son una serie sucesiva de curvas imposibles en la ladera de caliza que se mantienen sobre muros de piedra a fin de ganar altura. Cuando subían "los gochos" al monte, daban problemas porque al ser las curvas muy cerradas no veían salida, sólo un muro de piedra y, en ocasiones, les daban la vuelta.


En cierta ocasión, se echó la niebla encima a mi madre en el monte y se acabó perdiendo. Creyó que estaba en el camino de Felechosa y sólo al pasar por Los Dentales se dio cuenta de que estaba en el camino correcto de vuelta a casa.



Y después de haberlos superado, desde esta curva lo mismo se puede echar la vista atrás, que lo que contemplan los ojos es excelso, que mirar el río encajonado  o mirar hacia adelante y ver en primer término el sendero que llanea. Es La Enyanada de les Abareres y bajo ella, La Llastra los Terrales. Debe su nombre a los terneros que acabaron despeñándose en este punto en las sucesivas subidas  por primavera con el ganado al monte.
Al fondo el Picu La Verde,  el hayedo del Monte Solcastiellu y Los Arrobellaos iluminados por el sol.


LOS ARRUDOS: MIRADAS REPETIDAS (V)

31 de octubre de 2013

El "senderu de Los Arrudos" sigue contando con esa alquimia antigua y simple capaz de cautivar la mirada en cada tramo, en cada curva. Todas tienen la huella de unos hombres esforzados, que año a año fueron aportando su esfuerzo para dominar una naturaleza hostil y hacerlo con vocación universal, sin enfrentamiento, yendo de la mano, a sabiendas de que esa misma naturaleza es pródiga. En este camino y en los pastos de altura a los que conduce, no sólo estuvo desde siempre la "despensa" de los de Caliao; estuvo su seña de identidad. Y esta como es inmaterial perdurará en el tiempo. Si por cualquier razón se perdiera, Caliao se perdería con ella. Quedaría otro pueblo, mucho más vulgar, un pueblo como cualquier otro, un pueblo sin alma.¡ Que yo no lo vea!
 Esta es una curva de El Monteciellu.


Una imagen de la subida por El Monteciellu. El sendero se bifurca y se vuelve a unir, serpenteando y ganando altura.
 








La subida al Monteciellu, desde La Caalabaza Arriba hasta lo que se ve en esta imagen dura cinco minutos y salva un desnivel de 300 metros. La distancia lineal no la sé. 
Es una subida fuerte, exigente, pero llena de encanto. Cualquiera que llega hasta este punto ya sabe que lo más difícil del camino ya está hecho.

El camino se retuerce en Los Dentales. Curva a curva sobre la piel de la ladera. Un lugar muy bello y una muestra del trabajo incansable y generoso de los de Caliao a través de las generaciones.



Y el camino continúa. No me gusta el cerramiento de eucalipto en el país del castaño. Es una madera que no resiste ni la más mínima comparación. Claro está que lo han hecho los de fuera, como de fuera es esa madera.