Venga a sentarse que ya es la hora. A fuerza de comer entremeses, no había prisa para comenzar a cenar.
Que el ritmo no pare, ni la alegría. Aquí, Esther dándolo todo.
Me parece a mí que estáis desafinando. Claro tanto remolonear para sentarse a cenar, que este año no seguimos el ritmo adecuado. LLegaron las uvas, seguimos las campanadas...y después seguimos con la carne, que había un "pitu caleya" que quitaba "el sentío", como dirían en Sevilla.
Esos langostinos tienen que estar de muerte.
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