Cuando llega el frío, basta dar un paseo por la mañana, para llenar el ojo con las cosas pequeñas o grandes.
Las formas que la escarcha confiere a estas hojas las hace más propias de una decoración navideña.
Y en cambio guardan toda esta sutileza para una mirada. Su belleza es ef,imera. Se desvanecerá con un rayo de sol.
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