ENTRADAS AL PARAÍSO

19 de diciembre de 2014

Ayer, en el salón Reconquista del Hotel Reconquista de Oviedo, tuvo lugar la presentación del último libro de José Díaz, con el título de ENTRADAS AL PARAÍSO. El tema del mismo es el Parque Natural de Redes, pero personalizándolo en Caliao.
Fue un acto sumamente emotivo y entrañable, que contó con un aforo de unas quinientas personas, entre las que se encontraba un buen "puñáu" de caliaetos.
Un carteto de la OSPA ejecutó unas piezas para dar comienzo al evento, para tensar las cuerdas del alma.
Amistad y emoción fueron las dos palabras que vertebraron todo el acto, con el hilo conductor de una naturaleza pródiga y generosa, a la que José Díaz es capaz de inmortalizar, imagen a imagen.
La presentación contó con un selecto grupo de amigos del autor, y a estas alturas no sé si lo más importante era ese rasgo, su relevancia en el mundo de las artes y las ciencias o las dos cosas a la vez. Lo que sí puedo atestiguar es que todos ponderaron la amistad como el hecho más relevante que los había llevado allí, para luego ser capaces de hablar de uno de los paisajes más bellos del mundo, así como la capacidad y el talento del autor; sus largas horas de esfuerzo para poner en nuestras manos tanta maravilla.
El productor de cine José María Morales, el naturalista y productor de documentales de naturaleza Joaquín Gutiérrez Acha, el prestigioso bioquímico y catedrático de Biología Molecular Carlos López Otín, junto a Salustiano, amigo de la infancia de José, fueron los encargados de ofrecer los distintos enfoques, las distintas miradas que es capaz de suscitar un mismo tema.Se hablaba de Redes y ellos hablaron de las redes de amistad que presiden las relaciones humanas. López Otín nos supo ofrecer las claves: todo es cuestión de aprender a mirar, desde las miradas micro a las miradas macro. Fue capaz de pasar de las células que centraron su campo de trabajo, a ver la vida en grande, a esas imágenes que son capaces de sobrecogernos el alma, pasando para ello por los textos de Borges, Dostoievski o E. Galeano. Quedé enormemente impresionado con la sencillez, con la claridady con la didáctica de su exposición. Y es verdad, necesitamos aprender a mirar y eso tiene más que ver con el alma que con los ojos. Eso, "es patrimonio del alma", por aferrarme al verso de Calderón, que lo supo decir infinitamente mejor que yo.
Salustiano supo moverse en claves de amistad ("mi único mérito para estar aquí es ser amigo de José" recalcó) y cada aportación engrandeció la visión del conjunto. Lo pequeño se hace grande y lo grande se hace pequeño. La vida , en el fondo, es así.
 Cerró la presentación José, para recordarnos que seguíamos siendo víctimas del error de no hacer caso a los avisos de la naturaleza y que llegará un día en el que será demasiado tarde.
Por último, unos vídeos y una serie de diapositivas musicadas por Pablo, un hijo de José, aportaron una dosis de emoción inimaginable.Alguien de mi entorno me dijo que se había emocionado y eso sí que es una prueba irrefutable del valor del momento. Si las imágenes eran pletóricas la música era sencillamente fantástica. Nuestras más efusivas felicitaciones a ambos. 
La presentación de un libro acabó siendo un lugar de encuentro, con un tema compartido, bajo el mismo paraguas de Caliao. Encuentro de personas y lugares que ocupan un sitio importante entre las vivencias de cada uno

1 comentarios:

José Díaz Martínez dijo...

Que forma tienes de escribir, querido Miguel. Tienes el difícil don de hablar con el alma. Muchas gracias por tu amistad y apoyo. Un grandísimo abrazo.