Cuando una foto es capaz de aguantar los avatares del tiempo y pervivir durante medio siglo, acaba teniendo solera (como los buenos vivos) y encanto. La que nos ocupa, si algo le sobra es encanto y ternura, por lo menos para los que nos tocó crecer en Caliao. Son los días lejanos de aquella infancia feliz sin tener nada, que no añoraba nada porque nada conocía, para la que el mundo ya era demasiado grande con los límites minúsculos de Caliao. Cualquier cosa bastaba para jugar y para pasarlo bien. Es verdad que no había juguetes, como también lo es que no los necesitábamos para nada. Nadie los tenía. Nadie era más o menos que nadie. La infancia pertenecía a la calle porque la vida estaba allí y la vida siempre llama a la vida. Y en aquellos caminos jugamos, vivimos, aprendimos lecciones de vida a cada instante y fuimos felices o cuando menos lo pasamos bien. La sencillez por sí misma era una aventura y cada aventura tenía la sencillez de la lluvia. Lo pasamos bien y cada cual seguro que tiene historias qué contar de cómo y dónde secó tantas mojaduras para que no le riñeran en casa.Como los únicos límites que se imponían eran los que marcaba el espacio geográfico y llegar por la tarde a una hora prudencial "sin que tuvieran que andar buscándote", daba tiempo a ejercitar la autonomía, recorrer todo el pueblo y enterarse de todo...Pero pronto empezaron las obligaciones y cada uno tuvo las suyas. Así empezó lo de ayudar en casa, hacer "los recaos" y tener cada uno su cuota de responsabilidad...
Los de la foto son Agustín Glez. Fresno, Oliva Poli Glez "Vivi", José María Glez. (el hijo de Hermógenes Glez. Calvo), Mª de los Ángeles Gonzalo Prado y José Carlos Miguel Glez. Está hecha en La Plaza, dfelante de la puerta del bar de Zulima y Santiago.
Fuente: Francisco Poli, a quien se la pasó su prima "Vivi".
2 comentarios:
Muy linda la foto. Los rapaces, imperdibles! y muy agradable toda la historia cómo está contada, pinta una etapa y modo de vida.
Una pasada de foto. Me ha hecho mucha ilusión.
Que poco teníamos y que felices eramos,esta es mi pequeña parcela nostálgica.
Una vez más gracias por mantener viva mi memoria, mi afecto.
M A Gonzalo Prado.
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