La comida resultó como cabía esperar. El cordero estaba bueno, pero lo mejor de todo fue la compañía, la cordialidad, la franca camaradería.
Comenzando por los del fondo, vemos a Jaime Alonso, Román, Ricardo, Juan, Rubén y Javier.
La comida preferimos hacerla al aire libre, en la carpa cubierta. Nos acompañó el día que estuvo soberbio y todo lo encontramos del agrado de todos. En suma, fue una tarde estupenda.
Belarmino, Emilio, Gaspar, Luisma, Amador, L. Santos, Toribio y Quico.
Jaime (a la izquierda), Quico, Toribio, L. Santos, Amador, Luisma, Gaspar, Emilio y Belarmino (al fondo).
Y como en lo que sale bien mejor no hacer cambios, quedamos emplazados para el último sábado de septiembre del año próximo (coincidiendo con la Fiesta del Ballarte, eso si la cosa va bien y tenemos salud. Ya subimos un peldaño de los taurinos, que dicen aquello de "si el tiempo y la autoridad competente no lo impiden". Eso sí, pedimos a alguno de los comensales que los cría, que vaya pensando en reservar su mejor cordero para el evento, que preferimos disfrutarlo en primera persona, a que lo hagan otros y nos toque disfrutarlo de oídas.
Los de la imagen son Jaime, Román, Ricardo, Juan, Rubén y Javier.
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