Caliao desde Coliglesia, con el Valle Isornu al fondo.
Aunque parezcan repetidas las miradas nunca lo son. En primer lugar porque a medida que pasa el tiempo, nosotros cambiamos y aún mirando la misma realidad no vemos las mismas cosas ni tenemos los mismos intereses. Me viene a la cabeza una y otra vez el verso de Neruda "Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos".
Pero como la realidad cambia a su vez, tenemos que aceptar que cambiando el sujeto y el objeto, ninguna mirada es igual a otra. Quizá eso me quite los prejuicios para poner fotos "sobre lo mismo". Sólo el lector, de forma individual, puede sentirse defraudado y aún ese caso, confío que me absolverá, pues sólo tiene que pasar página o cerrar el libro. A nivel personal, las fotos de Caliao nunca me defraudan. Claro que yo no soy objetivo porque estoy contaminado por los recuerdos y éstos me obligan a mirar, incluso lo que no me gusta, con indulgencia. Espero, y lo hago con alivio, que alguien de los que las vea les pase lo mismo.
Caliao desde Treslesgüertes. Una parte del pueblo.
Otra mirada, con la caliza de fondo: La Vallina Palombar y la Vallina los Rebollos (Desde El Apreceoriu)
El Campanariu, La Pertegaña y el Cementeriu.
La Casa'l Xerru en Llamapodre
2 comentarios:
Nunca nos sentimos defraudados sino por el contrario encantados,desde la distancia esto es un lujo.M A Gonzalo.
por dios que paraiso que es esto, juro que no me voy a ir al otro mundo sin antes volver a caleao!!!!!
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