ANGELÍN EN SANTIAGO (ABRIL DE 2011)

3 de octubre de 2011

 La visita a nuestro amigo Ángel Calvo fue la realización de una vieja promesa de visita y sobre todo la emoción profunda y sincera que se siente con las amistades antiguas; que están siempre ahí, sin meter ruido, con la música callada de la que habla Fray Luis de León.Cada vez que lo veo se acrecienta mi admiración hacia él, tanto porque recuerdo (y él también) cuando me desveló sus planes de futuro, cuanto porque no conozco a nadie que personifique mejor aquellos otros famosos versos suyos:

"¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido
y busca la escondida 
senda por donde han ido 
los pocos sabios que en el mundo han sido!"
El marco para estar con un amigo es incomparable: Santigo de Compostela, con la fachada plateresca de la iglesia de San Martiño Pinario de fondo y sus famosas escaleras barrocas para salvar el desnivel.

Querido Ángel:PAZ Y BIEN

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