Siempre se dijo que "de la mar el mero ("pixín" para los asturianos) y de la tierra el cordero". Pues bien , en este asado de un cordero "a la estaca" ( modalidad de asado que dicen se importó de Argentina) se coló una trucha "del riu de Caliao". Es de suponer que la juventud lleva en sus genes las ganas de reír ...¿o debemos decir "experimentar"?... Así empezaron los grandes restauradores de los fogones, esos que tienen sus estrellas bien ganadas en la Guía Michelín.
El lugar del asado "el tendiyón de mio tiu Salvaor" y los innovadores de la cocina Avelino Glez. Alonso, Andrés Aladro Cabeza y Juan José Cabeza Calvo.
Fuente: Jesusa Alonso
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