En toda La Cuenca del Nalón y la del Caudal otrora carboníferas, las fotos de mineros tienen mucho predicamento. Son muy queridas y nos hablan de una manera desgarradora de otro tiempo de trabajo y penalidades. Yo no pretendo hablar de eso aquí, para ello tenemos los libros de historia, las crónicas de la época y todavía la memoria viva de muchos que en su día fueron protagonistas arrancando el negro carbón nde las entrañas de la tierra: la hulla. En los pueblos de interior como Caliao, no estaba bien vista la mina. Se consideraba un mal trabajo; lo peor de lo peor. No obstante, mucha gente , para sortear el servicio militar, cumplían con el estado yendo a trabajar a la mina. Eso es lo que hacían en 1947 Germán Calvo y Bienvenido Gonzalo (de los sentados, el tercero empezando por la izquierda), que bajaban en bicicleta de Caliao a Sama para trabajar a continuación en la mina. Se quedaban allí durante la semana y cuando terminaban el trabajo semanal, cogían la bicicleta y hacían el camino inverso hacia Caliao. No sé cuál era "el pozu", pero intentaré enterarme.
Al resto del grupo no los conozco. Probablemente sen parte de esa multitud obrera y anónima que trabajó toda su vida para que el mundo siguiera girando sobre sus goznes.
Al resto del grupo no los conozco. Probablemente sen parte de esa multitud obrera y anónima que trabajó toda su vida para que el mundo siguiera girando sobre sus goznes.
Me gustaría recordar los versos de un poeta del mar (Rafael Alberti), que aparte de cantar al mar de su tierra (Cádiz), también tiene versos conmovedores, de nuestro paisaje minero:
"De la mina vengo, amigo,
de la mina compañero.
Soy minero barrenero.
Ven Conmigo."
Fuente: Serafina Calvo
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