SANTOS TORIBIO (ANTES DE 1963)

Me gusta esta fotografía por múltiples razones. En primer lugar porque en ella está Santos Fdez. Calvo ( Santos Toribio para los de Caliao. Es uno de los personajes que pueblan las geografías de la memoria de mi infancia. Está tal y como yo lo recuerdo. Hijo de Toribio Fdez. y de Mª Rosa Calvo, tuvo como hermanos a Lucinda, Luisa y otro que emigró a Bs. As. y que yo no conocí. Se casó con Orfelina Glez. Toda la vida la pasó siendo una parte importante del paisaje de Prendeoriu).

En segundo lugar, veo que está tomada en la Mayada de Roxecu y como algunos vamos a morir con el convencimiento de que el Puerto de Contorgán es una parte destacada del Paraíso, pues está todo dicho. Y en tercer lugar porque veo que están D. Leandro y D. Bernardino, curas que fueron de nuestro pueblo y que acabaron dejando una profunda huella en el mismo.

De izda. a derecha, Santos Fdez., D. Bernardino Fdez., ¿?, D. Leandro Pérez Avello, ¿? y ¿?. Los que no conocemos no son del pueblo. Probablemente sean amigos de los sacerdotes.

Santos Toribio, a la derecha con la bota en la mano, acompañado por dos de los integrantes de la excursión.
Siempre oí hablar cosas positivas de Santos Fdez., que si era muy "curosu pa trabayar la maera", que si "tiraba unes segaes en Prendeoriu que asustaben a los atrevíos", que si siempre andaba muy limpio...

_"¡Qué tal pasó usted la velada?" -es lo que cabría preguntarse a quien se acaba de levantar y que sale de la cabaña en calzoncillos.La composición con la austeridad que proporciona la "cabana" que sirve de fondo a la fotografía y que llena de fuerza toda la composición.

A la izquierda D. Bernardino y a la derecha Santos en traje de faena, "cola salera terciada pa da-yos sal a les vaques".

Cogiendo el caballo. Santos no tenía caballo, por lo que creo que acertamos al afirmar que se lo habrían prestado a D. Leandro para subir la intendencia por Los Arrudos.

 

La imagen no tiene la luz de "Los Girasoles" de V. Van Gogh, pero en cambio tiene esa niebla nuestra que acaba llenando todas las cosas de intimidad como si fuera un perfume, que hace que miremos y sintamos la realidad como detrás de los visillos.

Fuente: Adrián  Muñiz Fdez.