Todo lo que tiene que ver con la nioeve tiene la interpretación de una carrera de fondo: resistir es vencer.
Es una lucha silenciosa y lenta. Al final, el peso de la nieve hace agachar la cabeza a fuertes y a débiles.
Las lilas y la ruda sentirán su peso.
Los avellanos jóvenes agobiados por el peso sabrán que hay que aplicar la teoría del junto y doblarse ante los fuertes, para volver a su posición natural, cuando llegue la calma.
Mientras tanto, todo es silencio. Una extraña quietud lo llena todo.
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