Dicen los naturalistas que los líquenes son medidores eficaces de la ausencia de contaminación. Personalmente no necesito ningún medidor para manifestar que el aire que respiramos, como el agua que bebemos tiene la pureza garantizada por las generaciones que nos precedieron. Alguien dice a mi lado, que la pasión me quita el conocimiento. No sé si será así, pero en todo caso me parece una bella imagen de un manzano, ya más achacoso que productivo. La imagen es de Pena Barrera.
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