MARIO CASTELAO PEREIRO

16 de enero de 2013

Al parecer, la historia de la navaja en Taramundi, no es ajena a esta familia.Todo se remonta a mediados del siglo XIX cuando el patriarca de la familia, Ygnacio Castelao trajo en la cabeza la sabiduría del temple de la Fábrica de Armas de Oviedo donde trabajaba,  a su Taramundi natal en su regreso a los orígenes. Hasta entonces, las ferrerías fabricaban herramientas para la agricultura y diversos tipos de clavos tanto para la construcción como para la pujante carpintería de ribera de toda la costa  occidental asturiana, especialmente en el vecino Vegadeo.
Parece ser que quien se dedicó en un principio a hacer navajas, fue su hijo mayor Ceferino Castelao que fue quien elaboró el troquel con  la marca de "las tres ces", que perdura en la actualidad a modo de denominación de origen de la navaja "xarrapa". Esta marca, CC Y C (Ceferino Castelao, Ygnacio Castelao) fue utilizada por todos los miembros de la familia que elaboraron navajas, y lo hicieron casi todos. Mario Castelao nos comenta que su abuelo enseñó un oficio a cada hijo.
Ygnacio Castelao se dedicaba más bien a la reparación de escopetas ( y por lo que cuentan era un armero extraordinario), así como a la reparación y venta de máquinas de coser. Otro de los hijos que se dedicó a la artesanía de las navajas fue Laureano Castelao, el padre de Caferino y Mario Castelao. Las navajas de las "tres ces" son las famosas navajas "xarrapas", llamadas así porque la casa de esta saga familiar estaba en Xarrapo, un pueblo de Taramundi, más arriba de Noguira. Son navajas sencillas, de buen corte,sin ninguna concesión al artificio, que nacen como todas las navajas, con el destino de ir a parar al bolsillo de un paisano para ser usadas.
A mi me trocó conocer a Ceferino y a Mario. Por una serie de circustancias de la vida, se dio la casualidad de que Ceferino se casara con Mari y que una hermana de Mari, Adela Fresno, se casara en Caliao con Alfonso Glez. Poli. Por tanto, tuve el privilegio de visitarlo y de disfrutar de su hospitalidad en su casa de Nogueira junto a Pelayo Portugal y de verlo por Caliao, a dónde me trajo algunos encargos, cuando venía con su esposa a visitar a la familia.

Mario Castelao Pereiro. Diciembre de 2012.
Mario Castelao es un joven de 90 años, con una vitalidad envidiable y una memoria prodigiosa. Como él mismo nos cuenta, nació en 1923 y "fui de los que tuvo suerte, porque los de mi quinta tuvieron que hacer una mili de tres años y yo por razones de este brazo, vine antes".
 En los últimos días de diciembre, cuando estuvimos haciéndole una visita, permanecía hablando con nosotros pese a la helada que estaba cayendo, preguntando por los de Caliao sin mostrar ninguna prisa, mientras nosotros estábamos preocupados por que pudiera coger frío. Pertenece a esa estirpe de artesanos completos, que supieron fabricar todas las herramientas necesarias para desarrollar su oficio con maestría innegable y que buscan que sus trabajos tengan un acabado digno de su nombre. Pelayo Portugal se hacía cruces que pudiera trabajar en aquel yunque  inclinado, a su medida por el tema de la minusvalía del brazo.Espero no haber metido ningún dato que deje de ajustarse a la verdad, porque Mario es sumamente celoso para los de su familia y capaz es de "agarrar el cayáu y presentase en Caliao a poner los puntos sobre las íes".

Las dos primeras navajas son "xarrapas", obra de Mario Castelao. La otra, que también es obra suya, de una guia de cuerno de venado.

Dos tamaños de navaja de Mario Castelao.

Navaja de Ceferino Castelao, con el mango corvo. Todas las navajas "xarrapas" con mango de madera, tienen grabado en éste la inscripción "Laureano Castelao. Taramundi"

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