CON LOS GÜELOS ( H. 1964 )

5 de junio de 2012


Según la posición que adopte el lector, fotos como ésta permiten, y hasta aconsejan, múltiples lecturas.
Según una de ellas podemos centrarnos en los personajes y ver que es una reunión de familia en la que se consigue juntar a los abuelos de Laura y Marilí. Empezando por la izquierda, están las dos hermanas: Laura la pequeña y Elena (Marilí para los de Caliao) la mayor. A continuación creo que es un cazador de Lugones amigo de su padre Juan Antonio Glez. Portugal, que está a la puerta del bar de Zulima con su padre Juan de Felicidad. El que queda delante del coche es Francisco Aladro Calvo ( Pancho).
Si hacemos otra mirada, vemos que la primera ventana de Casa Chona se habría de abrir con el tiempo para convertirla en una puerta, que daba a lo que sería la frutería. Respecto al paisaje, el "Güertu de Mariquina" está sin edificar, con "la portiella" y la entrada hacia La Plaza. Como no hay nada edificado de lo que hay en la actualidad, se ven "los güertos" y esto permite una mirada diáfana hacia "les cortes" de la acera de atrás.
Aún podemos realizar otra mirada que habla del carácter antropológico y evolutivo de las costumbres en los pueblos:Hay ropa blanca tendida al verde. En aquel tiempo se hacía para que blanqueara con los rayos del sol. Era " la lejía" de la época, algo que hoy resulta impensable, pero que seguro permanece en la memoria de todos.
Fuente: Laura Glez. Aladro

2 comentarios:

Anónimo dijo...

TE animo a que sigas haciendo historia de nuestro querido pueblo,me gustaria que seguirias los pasos que Oliva Armayor un dia empezo,te considero bastante capacitado para ello.

Caleao dijo...

Gracias por el piropo, pero los que tuvimos la suerte de disfrutar de sus trabajos y su amistad, sabemos que eso es imposible. Oliva nos honró a todos los de Caliao, como también lo supo hacer con todos los casinos, sin meter ruido, con una humildad imperecedera, con una cercanía que hacía que te sintieras bien en su compañía. Es tanta la admiración que le tengo, que me parece que el concejo de Casu está en deuda con ella y en mi modesta opinión debería poner su nombre a cualquier edificio o lugar público significativo. Oliva Armayor supo abrir caminos y que el nombre de Casu entrara a formar parte de los límites del conocimiento cuando esto era muy difícil. Por eso ni puede ni debe ser olvidada.